El miembro de la Junta Ejecutiva del Banco Central Europeo, Juergen Stark, rechazó la idea de una solución al estilo del Plan Brady para Grecia, ya que violaría los principios de no rescate.
El plan, más conocido como la "fórmula francesa", preveía ofrecer a los bancos acreedores bonos garantizados por la Unión Europea que reemplazarían a los actuales bonos griegos. Tal medida habría alentado a los inversores a mantener su exposición a los miembros más riesgosos de la zona del euro.
Stark, uno de los tomadores de decisiones más influyentes dentro del BCE, rechazó la idea. En una entrevista con el diario alemán Die Zeit, declaró que la solución del bono Brady es “una herramienta inadecuada. Rompería la prohibición de apoyo, la cláusula de no rescate del artículo 125 del Tratado de la UE”. “Tenemos reglas en la unión monetaria y tenemos que respetarlas”, agregó.
Stark también dijo que una reestructuración de la deuda griega necesariamente sería seguida por un colapso de la economía.
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