Es un sí, pero con dos condiciones: que no haya desarrollo inmobiliario más allá de lo previsto en el Plan de Gobierno Territorial y que no se derribe el "viejo" Giuseppe Meazza. El Ayuntamiento de Milán dio así la luz verde al proyecto de un nuevo estadio de fútbol en el barrio de San Siro, a partir de las propuestas de Milán e Inter, pero siempre y cuando el área no esté interrumpida: "Cualquier otra obra - precisó el alcalde Giuseppe Sala - como locales comerciales, oficinas, hoteles, tendrá autorización sólo en la medida prevista por el Plan de Gobierno Territorial vigente del Municipio". Y, sobre todo, no se debe tocar el actual estadio "de casa" del Inter y el Milan, que al Milan también le gustaría utilizar para la ceremonia inaugural de los Juegos Olímpicos de Invierno de 2026.
“La construcción de una nueva instalación deportiva –prosigue Sala– abrió la pregunta sobre el futuro de San Siro. Reiteramos nuestro deseo de refuncionalizarlo y por ello estamos listos para evaluar soluciones que no impliquen renunciar al sistema actual, sino su regeneración a través de otras funciones - agregó Sala - Siempre nos hemos movido con transparencia y consistencia en el tema del estadio . Inmediatamente dijimos que habríamos involucrado primero al Ayuntamiento y, solo después de haber tenido la opinión de quienes representan a los ciudadanos, habríamos asumido, como alcalde y concejal, la responsabilidad de decidir cómo proceder”.
