En la primera gran prueba del nuevo gobierno sobre los nombramientos que importan, el efecto Meloni dio en el blanco. Dentro y fuera del Parlamento, la primera ministra Giorgia Meloni no había ocultado su desconfianza en el director general del Tesoro, Alessandro Rivera, y en la oportunidad de reemplazarlo dentro del plazo del 24 de enero que marca la ley. Y ganó, pese a un tímido intento del ministro de Economía, Giancarlo Giorgetti, de defender plenamente a Rivera.
El nuevo Gerente General del Tesoro es Riccardo Barbieri Hermitte, de 64 años, un verdadero bocconiano y estratega de mercado que ha trabajado en todos los grandes bancos de inversión estadounidenses, desde Morgan Stanley.