El espacio atrae cada vez a más inversores y la Economía Espacial hace volar chispas en la bolsa. El sector espacial y sus tecnologías se consolida cada vez más como uno de los motores de crecimiento económico más eficaces e innovadores, reconocido también como tal por la OCDE, y expresa su eficacia y potencial más allá de los confines del sector espacial en sentido estricto. De hecho, la atención se centra en la innovación, motor intrínseco del sector. Es por ello que se está implantando en Europa un nuevo modelo de partenariado público-privado para impulsar su desarrollo y reforzar su competitividad nacional.
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Un ejemplo de estas oportunidades es el acuerdo entre la ESA, la Agencia Espacial Europea, y Enea Tech, el fondo italiano para la transferencia de tecnología creado por el Ministerio de Desarrollo Económico (MISE) con un presupuesto de 500 millones de euros. El acuerdo tiene como objetivo "identificar oportunidades y estrategias comunes para el desarrollo de proyectos y tecnologías en el sector de la Nueva Economía Espacial", anuncia la nota de prensa conjunta de ambos organismos. De ello hablarán hoy Samantha Cristoforetti, la reconocida astronauta hoy en la ESA, el director de la Agencia Espacial Luca del Monte y la presidenta de Enea Tech Anna Tampieri.
La intención de Esa y Enea Tech es desarrollar, gracias a este acuerdo, “proyectos específicos en la industria espacial, un también un sector económico de gran vitalidad por los nuevos retos del sector -especifica la nota conjunta- pero muy interesante por las repercusiones tecnológicas y prácticas que los descubrimientos más avanzados tienen también en la vida cotidiana sobre la tierra”. Sobre todo, se tratará de avanzar juntos para favorecer el encuentro entre la investigación espacial y la comunidad inversora.
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¿Cuáles son entonces los potenciales consecuencias del espacio a la vida cotidiana? No faltan ejemplos: "Cada vez más aspectos de nuestra vida se basan en señales y datos de satélite, lo que estimula importantes inversiones económicas, al igual que muchos de los sistemas desarrollados para entornos espaciales encuentran nuevos usos en los campos de la medicina, la purificación de entornos y el agua, materiales innovadores”, explica Tampieri. Los materiales avanzados y la movilidad aérea serán otros sectores en los que la colaboración entre ambas entidades puede dar buenos frutos.
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