Frente unido antiestadounidense y antioccidental. Este escenario inquietante para el futuro de la lucha contra el terrorismo parece estar desarrollándose tras el llamado de los dos grandes grupos de Al Qaeda a Isis a unirse en la cruzada contra "el campo estadounidense y su malvada coalición que nos amenaza a todos". Aqmi y Aqap, respectivamente las secciones yihadistas del Magreb Islámico y de la Península Arábiga, han cambiado de rumbo respecto a las indicaciones del heredero de Osama bin Laden, Ayman al Zawahiri, que hasta ahora ha mantenido a la formación yihadista alejada de los terroristas del ISI.
“Haz de la unidad contra las naciones infieles tu razón de ser contra ellas”, exhorta Al Qaeda en su llamamiento dirigido a todas las fuerzas islamistas y terroristas de Oriente Medio. “Dejen de matarse y dejen de lado las diferencias por la causa común de la derrota de Estados Unidos”, concluye el texto.
Mientras tanto, en el frente occidental la condena a los movimientos terroristas se hace cada vez más concreta y, sobre todo, coherente. Por un lado, Estados Unidos ha iniciado bombardeos aéreos sorpresa alrededor de la ciudad de Bagdad, en coordinación con el mando iraquí. Por otro, la cumbre de ayer en París de 30 estados, de la que se desprende claramente la intención de detener a los terroristas del ISIS con todos los medios necesarios. Estas son las palabras del ministro francés de Asuntos Exteriores, Laurent Fabius: “El Estado Islámico no es un estado, ni representa al Islam, es un movimiento extremadamente peligroso. Todos en el lugar estiman necesario hacerlo retroceder o desaparecer. [...] No sólo para hacer retroceder a los terroristas de Daesh [Isis, ed], el estado islámico, sino para derrotarlos".
