Hoy es el 30 aniversario de uno de los ataques especulativos más famosa del siglo XX: la de George Soros contra Libra británica y Lira italiana. El 16 Septiembre del 1992 – conocido en la historia como “Miércoles Negro” – el financiero de origen húngaro se arrojó por primera vez contra el Banco de Inglaterra, acortando la moneda de Su Majestad por más de $ 10 mil millones. De esta manera provocó una devaluación formidable y el Instituto Central Británico no pudo hacer otra cosa que retirar la libra del Sistema Monetario Europeo (EMS), un mecanismo utilizado en los años 80 y 90 para evitar oscilaciones excesivas en las monedas. El ataque al Banco de Inglaterra trajo una ganancia de más de mil millones de dólares al bolsillo de Soros.
El ataque de Soros a la lira
Ese día, sin embargo, Londres no fue la única víctima del financiero húngaro, que en las mismas horas dirigió su potencia de fuego también contra el Banco de Italiacausando una pérdida cambiaria de $ 48 mil millones. En breve la lira perdió casi un tercio de su valor (-30%) y Via Nazionale se vio obligada a seguir los pasos del BoE, haciendo salir del ccsme también la moneda de nuestro país.
El gobierno de Amato y el gravamen forzoso de las cuentas corrientes
Italia, en ese momento, estaba realmente al borde de la bancarrota. Para traer de vuelta la lira al Sistema Monetario Europeo, el primer gobierno de Amato lanzó una de las maniobras financieras más pesadas de la historia de Italia. Entre las diversas medidas, que juntas valieron la sideral cifra de 93 mil millones de liras, la aparición del impuesto a la vivienda (entonces conocido como ICI) y una de las medidas más traumáticas que un ejecutivo puede promulgar: retiro forzoso de cuentas corrientes, un recuerdo aún vivo en la memoria de millones de italianos.
Soros: 'Los especuladores no tienen la culpa'
Por otro lado, especialmente en las altas finanzas, negocio es negocio. Y no es de extrañar que Soros, después de haber puesto de rodillas a dos países sin escrúpulos, nunca ha dejado escapar ningún remordimiento. “El de Italia fue una transacción financiera legítima – dijo unos años después – Me basé en las declaraciones del Bundesbank, que decía que no apoyaría la moneda italiana. Bastaba saber leer. Los especuladores hacen su trabajo, ellos no tienen la culpa. En todo caso, son responsabilidad de los legisladores, que permiten que se produzca la especulación. Los especuladores son solo los portadores de malas noticias".