Las interminables colas frente a las numerosas megatiendas cuando se lanza un nuevo dispositivo electrónico dicen mucho sobre el amor que tienen los consumidores italianos por las innovaciones que el mercado Hi-Tech ofrece día tras día.
Son pocos los que logran renunciar al teléfono inteligente de última generación o a la última tableta y la tendencia no muestra signos de disminuir.
Así lo demuestra la investigación Igniting Growth in Consumer Technology de Accentre, que analiza la percepción que los consumidores tienen de los dispositivos, servicios y contenidos digitales del mundo de los fabricantes de hardware (teléfonos inteligentes, tabletas, PC, televisores), operadores de TLC y reproductores de Internet.
El estudio se centra en el comportamiento de compra, la preferencia y la confianza en los proveedores de servicios y en el futuro de 28 consumidores en todo el mundo.
Según el estudio, Italia representa un unicum en el panorama europeo con las mayores tasas de penetración de smartphones y tablets en comparación con el resto del continente. Si en nuestro país la citada tasa es del 91% para smartphones y del 60% para tablets, en Europa baja al 77 y 49 por ciento respectivamente. Aunque el mercado ha alcanzado cierta estabilidad en todas partes, en Italia se registran márgenes de crecimiento superiores a la media europea: el 56 % de los entrevistados tiene previsto comprar un nuevo smartphone en los próximos 12 meses -frente a la media europea del 41 %- con una caída del 8% respecto a 2015, mientras que para tablets hablamos del 36% (24% a nivel continental).
Pero la investigación no se limita a analizar la propensión a comprar nuevos dispositivos, sino también la existente para productos "más clásicos" como los televisores.El porcentaje de consumidores con intención de comprar televisores también es superior a la media europea: el 38%, en comparación con el 27% de los consumidores europeos. El porcentaje de italianos que piensan en comprar un portátil es igual al de otras naciones europeas: 25%, señal de un mercado en el que no se esperan innovaciones sustanciales, que ha alcanzado la madurez en todos los países.
Pronto se dirá la razón. Según lo que leemos en el estudio, los habitantes de la Península se sienten mucho más atraídos por las innovaciones que la media europea, caracterizándose como "early adopters": el 34% acaba de comprar un nuevo dispositivo, frente al 24% de los europeos. Y es precisamente la innovación lo que sustenta el mercado: es lo que empuja al 50% de los italianos a realizar una nueva compra (frente al 37% de los alemanes más pragmáticos, el 39% de los británicos y la media europea del 38%).
