El Parlamento británico ha votado en contra de la intervención militar en Siria, infligiendo una dura derrota al primer ministro David Cameron. Después de un debate de siete horas, la moción presentada por el gobierno pidiendo a los parlamentarios que apoyen la acción militar fue rechazada por la Cámara de los Comunes por 285 votos en contra y 272 a favor.
“Está claro que el Parlamento británico, reflejando la opinión del pueblo británico, no quiere ver una acción militar británica – comentó Cameron -. El gobierno actuará en consecuencia". Poco después, un portavoz de Downing Street confirmó que "el Reino Unido no participará en ninguna acción militar".
A pesar del no de Londres y de la creciente presión del Congreso, según el New York Times El presidente estadounidense, Barack Obama, está listo para lanzar el ataque contra Damasco. El visto bueno de la Casa Blanca podría llegar a partir de mañana, cuando los inspectores de Naciones Unidas, que investigan el uso de armas químicas en la masacre de civiles del 21 de agosto, abandonen el país.
Según el diario estadounidense, Obama justificará su decisión apelando al respeto de las normas internacionales contra el uso de armas químicas. Además, a Estados Unidos le gustaría salvaguardar a sus aliados regionales, Israel y Turquía in primis, de posibles ataques de Damasco. Según algunas fuentes de la Casa Blanca, Obama habría llegado a la conclusión de que no hay forma de conseguir el apoyo ruso para ninguna resolución de Naciones Unidas.
Sin embargo, el secretario de Defensa, Chuck Hagel, dijo hoy que Estados Unidos tiene la intención de “seguir buscando una coalición internacional que actúe unida. Cada país tiene la responsabilidad de tomar sus propias decisiones y seguimos consultando con los británicos y con todos nuestros aliados. Consultas relativas a la identificación de formas de responder a este ataque con armas químicas en Siria".
Mientras tanto, cientos de personas se manifestaron anoche en Times Square, Nueva York, contra una posible intervención militar estadounidense en Siria. En la plaza estaban presentes tanto los partidarios del presidente sirio Bashar al Assad como los estadounidenses opuestos a la participación del país en una nueva guerra.
