Con motivo del Día del Trabajo, los secretarios generales de CGIL, CISL y UIL, Susanna Camusso, Annamaria Furlan y Carmelo Barbagallo se reúnen en Portella della Ginestra, en la provincia de Palermo. Es aquí donde, hace 70 años, una multitud indefensa de trabajadores, mujeres, niños y ancianos fue blanco de ráfagas de ametralladora de la banda de Salvatore Giuliano: once personas muertas, incluidos dos niños, más unas sesenta heridas.
La necesidad del trabajo para la redención de la pobreza, es el mensaje que sale de los sindicatos con la elección de celebrar el Día del Trabajador en Portella, tan vigente hoy como entonces, sobre todo en una tierra donde los niveles de desempleo son una emergencia.
“La consigna de este Primero de Mayo es el trabajo. Trabajo como necesidad, trabajo que falta, trabajo de calidad, trabajo como respuesta a los jóvenes, que de lo contrario se ven obligados a hacer las maletas -recordó Camusso- Portella della Ginestra fue una masacre contra el movimiento campesino, y fue la reacción de un bloque social que no quería distribución de tierras y reforma agraria. Entonces, no solo un tema de alineamientos políticos, sino un gran tema económico de cuál era la perspectiva del desarrollo de Sicilia y sus posibilidades. Si no lees en clave de los intereses que se mueven y confluyen respecto a la colusión, o uso de la mafia, y el crimen organizado, te arriesgas a hablar mucho, pero concretamente a no cambiar nada”.
"El trabajo es el ADN de los valores de una comunidad y de la persona, porque también encarna los conceptos de solidaridad, justicia, igualdad y crecimiento de un país - declaró Furlan a Avvenire - Ciertamente, la emergencia de mayor actualidad es hoy precisamente el trabajo: la falta del mismo, el trabajo que se pierde, que se teme perder o que no se encuentra. Hay que devolver el crecimiento, el desarrollo y el buen hacer al centro del país”.
“Debemos seguir luchando para afirmar siempre los valores de la legalidad, contra todas las mafias y contra todos los abusos -afirmó Barbagallo- En ese sentido, incluso el mundo del trabajo ha representado una barrera a las injusticias sociales, pero el trabajo hoy no está debidamente y adecuadamente valorada. El trabajo hoy en día no está justa y adecuadamente valorado. El trabajo es el arquitrabe sobre el que se funda nuestra Constitución y en el que se hunden nuestras raíces. Debemos recuperar el sentido profundo de ese valor para apuntar al desarrollo de todo el país. Para que esta esperanza se convierta en realidad, necesitamos partir de nuestro Sur”.
