La economía estadounidense es una isla feliz en el contexto de una Eurozona estancada, un Japón en recesión y una China que se desacelera. Tanto el mercado de valores -Wall Street establece otro récord- como la moneda estadounidense se benefician de ello. Y, para completar el 'terno', la mala salud de la economía internacional mantiene bajos los tipos de interés, de modo que hasta los bonos americanos se benefician de ello. Mañana se darán a conocer los datos sobre el mercado laboral en Estados Unidos, y ya el 'Libro Beige' de la Fed apunta a un buen resultado.
El índice regional MSCI Asia Pacific subió un 0,4% hacia el final de la negociación, pero a las dos economías más grandes de la región, China y Japón, les fue mejor. El Shanghái-Shenzhen CSI 300 se apunta otro 3%, rondando los 3 mil, mientras que el Nikkei, ayudado también por un yen que roza los 120 frente al dólar, se apunta un +0,9%. Tanto la bolsa japonesa como el yen se encuentran en niveles no vistos desde 2007.
La fortaleza del dólar también es evidente frente al euro, que cayó a 1,230, mientras que el dólar australiano está justo por debajo de 0,84 y, según el Banco Nacional de Australia, podría caer a 0,80 el próximo año frente al dólar estadounidense. El oro, en cambio, gana contra todos y sube por encima de los 1200 (1205,9 $/onza). El petróleo WTI vuelve a subir apoyado en una caída inesperada de los inventarios de EE.UU. y se sitúa cerca de los 68 $/b. Futuros estables en Wall Street.