La UE Antimonopolio lista para rechazar la súper boda entre Alstom y Siemens. Sobre el matrimonio del año, del que debería nacer un gigante europeo del transporte ferroviario, muy deseado por los gobiernos de Francia y Alemania, la autoridad continental ha expresado de hecho más de una reserva.
Por lo tanto, Alstom y Siemens decidieron buscar cobertura y, en una nota publicada por la mañana, anunciaron la decisión de "modificar aún más los remedios" ofrecidos a la Comisión de la UE. “para hacer frente a los temores” de efectos adversos sobre la competencia. Sin embargo, según los rumores, las contramedidas introducidas habrían sido juzgadas insuficientes por la comisaria de competencia de la UE, Margrethe Vestager, que desde julio pasado ha puesto en el punto de mira la fusión entre las dos empresas. Una fusión que, según ella, podría "privar a los operadores ferroviarios europeos de una oferta de suministros y productos innovadores y conducir a precios más altos, lo que acabaría perjudicando a millones de europeos que utilizan el transporte ferroviario a diario".
La fusión, si se aprueba, creará un gigante ferroviario con operaciones en 60 países y una facturación anual de 15,6 millones de euros.
Según lo comunicado por ambas empresas, los cambios lanzados representan un "paquete" que "preserva el valor industrial y económico de la operación -el orden de magnitud de las ventas en cuestión comunicadas anteriormente (es decir, alrededor del cuatro por ciento de las ventas de la entidad combinada) permaneciendo sin cambios”, se explica en una nota. "Sin embargo, todavía no hay certeza de que el contenido de este paquete sea suficiente para aliviar las preocupaciones de la Comisión".
En un comunicado, Alstom dijo que los remedios ofrecidos “toman en cuenta las preocupaciones de la Comisión, al mismo tiempo que mantienen los fundamentos económicos e industriales del acuerdo. Las partes creen que este remedio propuesto es apropiado y adecuado. No obstante –señala la empresa francesa– no hay certeza de que esta propuesta sea suficiente para satisfacer las preocupaciones de la Comisión Europea”.
El portavoz del gobierno francés, Benjamin Griveaux, dijo el miércoles que si la Comisión rechaza la fusión, sería "un error económico y un error político y... enviaría una mala señal a los ciudadanos europeos".
Recordamos que, ya en diciembre pasado, los dos gigantes se habían propuesto vender algunos negocios de señalización y material rodante, recibiendo sin embargo el parón de la UE Antimonopolio. Para saber oficialmente si el nuevo paquete podrá obtener la luz verde de la autoridad, tendremos que esperar hasta el próximo 18 de febrero, día en que se espera la respuesta de la Comisión
