Primera gran sorpresa de este Mundial. Es una excelente eliminación y no es la de Argentina, que al final se salvó clasificándose in extremis a los octavos de final donde enfrentará a Francia, sino la de la vigente campeona Alemania, que está descontada en el tercer partido de Corea del Sur (que ya quedó matemáticamente fuera de Rusia 2018) e incluso terminar en último lugar el grupo F, que al final lo gana Suecia, con México clasificado como subcampeón. Es la primera vez en su gloriosa historia que la selección alemana no pasa del primer grupo en un Mundial, si bien esta eliminación confirma de alguna manera una tradición que se viene dando desde 2002: aquella según la cual los vigentes campeones (en ese caso le tocó el turno a Francia, campeona en 1998 pero que en Corea y Japón no pudieron hacer ni un gol) no logra clasificarse para los octavos de final de la siguiente edición. La única excepción fue Brasil en 2006, mientras que la maldición cayó regularmente sobre Italia en 2010 y España en 2014.
La Alemania de Low, por tanto, abandona prematuramente Rusia 2018: en su lugar se clasifica, incluso en el primer puesto, la "habitual" Suecia, que sigue sorprendiendo tras haber eliminado a Italia del Mundial, mientras que México, que había ganado los dos primeros partidos de forma contundente pero se derrumbó bajo los golpes de los escandinavos perdiendo 3-0 y cediendo el liderato del grupo. En virtud de este desliz, los centroamericanos, que necesitaban solo un punto o incluso perder por un solo gol para terminar en el primer lugar, en los octavos de final sortearán a Brasil, uno de los favoritos nacionales para la victoria final, que finalmente logró ganar su grupo al vencer a Serbia en su último partido. A pesar del decepcionante empate en el primer partido contra Suiza, la selección de Tite sigue así su camino y gracias a la eliminación de los alemanes se sitúa cada vez más entre los favoritos de este Mundial. También pasa Suiza, que se medirá a Suecia en octavos de final.
