El 23 de abril de hace 400 años, uno de los más grandes escritores que ha conocido la cultura occidental murió a la edad de 52 años. Considerado por unanimidad como el dramaturgo más influyente de la literatura en lengua inglesa, William Shakespare nos dejó un legado que aún inspira a generaciones de estudiantes y hombres de letras de todo el mundo: 37 obras de teatro, 154 sonetos y una multitud de otros poemas que representan un enorme.
Desde los célebres Romeo y Julieta hasta El sueño de una noche de verano, pasando por Mucho ruido y pocas nueces y Noche de Reyes. Luego los dramas dialécticos e históricos: Hamlet, Otelo, Macbeth, El rey Lear. La primera edición de los Sonetos data de 1609.
Han pasado cuatrocientos años y, sin embargo, William Shakespeare todavía está en todas partes. No solo en los teatros y en las reposiciones del Globo, sino también en el cine, en la TV, en las redes sociales.
Se realizarán eventos en todo el mundo para rendirle homenaje en el aniversario de su muerte. El British Council ha decidido lanzar un hashtag llamado “Shakesperarelives”.
Las obras del bardo de Avon serán recordadas a través de las nuevas monedas de 2 libras esterlinas que representarán algunos de los símbolos recurrentes en la literatura de Shakespeare: desde la calavera y la rosa hasta la corona y la espada.
Por último, cabe recordar que el pasado mes de mayo, el historiador inglés Mark Griffiths encontró el que podría representar el primer y único retrato del autor en vida. Según el estudioso, en el centro de la imagen fechada en 1598 estaría él con tupidos rizos y bigote.
El primer ministro David Cameron también se pronunció para celebrar su gloria: “El legado de Shakespeare no tiene paralelo: sus obras han sido traducidas a más de 100 idiomas y son estudiadas por estudiantes de medio planeta”.
