“La pandemia ha cambiado las prioridades de las familias y las empresas. Y' ha aumentado la percepción de riesgo en temas como la protección de la salud, interrupción del negocio y protección de los empleados. Para el sector asegurador, por lo tanto, es el desafío habitual: proteger a las familias y empresas en un contexto de incertidumbre, donde gestionar bien la incertidumbre es precisamente el trabajo de las aseguradoras”: con estas palabras Marco Sesana, Country Manager & CEO de Generali Italia y Global Business Lines, participó en el debate organizado por ClassCNBC sobre el futuro de la economía italiana post-Covid. En el episodio de "#Ripartitalia, 100 ideas para la recuperación" el directivo de la aseguradora se pronunció, pues, sobre la gran cuestión de estas semanas: suponiendo y no garantizado que se pueda dejar atrás la emergencia sanitaria, ¿cómo abordar la económica? Y sobre todo, ¿cómo cambian los paradigmas?
“Están surgiendo nuevas expectativas de los consumidores –dijo Sesana– que, cada vez más, esperan nuevas soluciones de las grandes empresas y cobertura, sino también una respuesta sobre el papel social que juegan estas empresas, un papel activo en la comunidad, en apoyo, por ejemplo, del sistema de salud y del tejido económico, dando así cuerpo al concepto de responsabilidad social empresarial”. Pero, ¿cómo empezar de nuevo? Mientras tanto, según el CEO de Generali Italia, partiendo del concepto tantas veces repetido de que cada crisis es también y sobre todo una oportunidad para relanzar y repensar el negocio: “Tendremos que analizar todas las cadenas de suministro., sin olvidar las lecciones que hemos aprendido de esta situación, tanto en términos de riesgos no entendidos; tanto en términos de asignación estratégica de activos”.
Más precisamente, Sesana argumenta que es necesario “desarrollar un pacto estratégico a nivel europeo en el que la cooperación juega un papel fundamental tanto entre el sector público y el mundo empresarial, como entre las propias empresas de la cadena de suministro. Aquí es imprescindible el papel que pueden jugar las grandes empresas nacionales, “nuestros campeones nacionales”, capaces de moverse por un entramado institucional y de mercado”. “Esta crisis puede ser una oportunidad para introducir cambios estructurales – añadió Sesana -. En el corto plazo, es necesario apoyar a las empresas que se recapitalicen y realicen inversiones o apuesten por fines validados como estratégicos: seguridad social, salud, educación, investigación e innovación; garantizar liquidez a empresas y hogares; medidas de apoyo a la capitalización de empresas; uso de tecnología y big data para reiniciar rápidamente la producción”.
Finalmente, un mensaje también a la política, en el frente fiscal y regulatorio: “Esta es también una oportunidad para ser aprovechada por eliminar la burocracia lo que nos hace engorrosos, por ejemplo actuando sobre el corte/reducción de la cuña y sobre los incentivos al empleo”.