La que acaba de terminar fue una de las semanas más difíciles de la historia reciente de la Roma. El miércoles la sensacional eliminación de Spezia por penaltis en la Copa de Italia, el jueves los cánticos (y los huevos) en la cena de Navidad del equipo. Todo en el punto álgido de una etapa muy oscura, desde el 6-1 sufrido en Champions a manos del Barcelona hasta la derrota en casa ante el Atalanta, pasando por el empate a domicilio ante el Turín y el de Champions ante el Bate, por un la clasificación a los octavos de final (donde se enfrentará al Real Madrid) acompañado de abucheos desde el Olímpico.
Eso realmente no funciona. Lo sabe la afición, lo sabe bien el club, que está pensando en un cambio en el banquillo que muchos quieren. Pero García no está de acuerdo, y lo reitera claramente: “No lo pienso, tengo otras batallas que seguir, como ganar el domingo. Conozco las reglas del juego, pero no es un problema. Creo en estos muchachos, soy sereno y combativo”. Ciertamente el clima a su alrededor es malo, con otro concurso anunciado programado: “Ahora mismo no es fácil para los jugadores jugar en el Olímpico – dijo García – y no es casualidad que lo hagamos mejor fuera de casa. No podemos hacer nada por el hecho de que carecemos del apoyo de nuestra audiencia. No es una coartada, pero echamos de menos tener un pequeño empujón”. Para intentar hacer las paces con el cuadro, la única solución es ganar, quizás volviendo a jugar ese fútbol rápido y por momentos espectacular que había convertido a la Roma en una de las grandes favoritas del campeonato: "Después del 8 de noviembre (2-0 ante la Lazio , ed) ya no ganamos. Hasta el derbi todo iba bien. Lo realmente malo, el verdadero fracaso es la eliminación ante un equipo de la Serie B. El problema es haber perdido una oportunidad importante en la Copa de Italia, en un momento en el que no nos lo podíamos permitir. Ahora tenemos que hacer todo lo posible para estar entre los dos primeros lugares para clasificar a la Liga de Campeones, ese es nuestro objetivo. Estamos aquí en la liga, todo está abierto, tendremos muchos partidos directos en casa (Nápoles, Inter y Fiorentina, ndr), en la Liga de Campeones estamos en los octavos de final. Estamos aquí".
García conoce las reglas y sabe que, en caso de derrota, él será el único que pague: “Soy el líder de la manada, asumo mi parte de responsabilidad, por supuesto. Este equipo entonces tiene problemas de confianza, van de partidos como el de Florencia a los de casa contra el Spezia o el Atalanta, seguro que tienen y tienen que poner todos algo más en el campo".
Ante el Génova (también están convocados Gervinho e Iturbe) es el último recurso. Spalletti y Bielsa son los candidatos a sustituirle en el banquillo (también hay rumores de un contacto entre un emisario de la Roma y Mourinho, que acaba de ser despedido por el Chelsea). O gana, o será un adiós. No es exactamente el mejor regalo para desenvolver bajo el árbol.
