El embargo del carbón es parte del quinto paquete de sanciones de la UE contra Rusia, lanzado el martes. A partir de la próxima semana, los miembros de la UE ya no podrán comprar en Moscú el combustible fósil más contaminante del planeta.
Difícil acordar extender el embargo sobre petróleo y gas
La discusión sobre los otros dos grandes capítulos de las sanciones energéticas sigue abierta: petróleo y gas. “Estamos trabajando en sanciones adicionales –aseguró la presidenta de la Comisión de la UE, Ursula von der Leyen– también sobre las importaciones de petróleo”.
Pero alcanzar la necesaria unanimidad no será fácil, porque Alemania, Austria y Holanda se oponen decididamente a intervenir en el petróleo y el gas, que tienen una importancia económica mucho mayor que la del carbón.
Sanciones: el carbón vale menos que el petróleo y el gas
De hecho, desde un punto de vista europeo, el carbón representa solo el 5-6% de las importaciones totales de energía de Rusia, por un valor que no supera los 4 mil millones de euros al año. Es, además, un producto fácilmente disponible en otros mercados: desde EE. UU. hasta Indonesia y Australia.
Intervenir solo en el petróleo sería difícil
Incluso una mayor intervención limitada al petróleo no sería fácil. No solo porque, como teme Berlín, Rusia podría reaccionar cerrando los grifos del gas, sino también porque, en el campo del crudo, la dependencia europea de Moscú supera el 25%. Y, en cuanto al gas, los países más expuestos son Italia y Alemania.
Las demás sanciones incluidas en el quinto paquete
Además del embargo del carbón, el quinto paquete de sanciones prevé el cierre de puertos a los barcos rusos, el bloqueo del transporte por carretera y la extensión de la prohibición de intercambios financieros a otros cuatro bancos, incluido Vtb.
