Sobre el tema de sanciones, los países miembros de la UE están considerando la posibilidad de dejar de comprar carbón y petróleo de Rusia después de que yola masacre de Bucha. En cambio, se mantendría del embargo excluyendo el gas de Moscú, demasiado importante para el abastecimiento del Viejo Continente. Que esta es una opción sobre la mesa lo confirmó este martes Vladis Dombrovskis, vicepresidente de la Comisión Europea, antes del inicio de la reunión del Ecofin. Las decisiones serán adoptadas el miércoles -esta es la expectativa- por el Consejo Europeo para lo que se requiere el voto afirmativo de los 27 miembros de la Unión.
No al embargo de gas
El lunes, antes de la reunión del Eurogrupo, Austria y Alemania expresaron una opinión clara: “En este momento las compras de gas no se pueden parar”. Para el ministro de Hacienda de Viena, Brunner, medidas de este tipo, incluso sobre el petróleo”,le hacen más daño a Europa que al otro lado”. En la misma línea también está Hungría, donde el soberano Victor Orban ganó las elecciones por cuarta vez, el pasado domingo.
Hasta la semana pasada, en el borrador del quinto paquete de sanciones que viene contra Rusia, no figuraba la interrupción de las compras de carbón y petróleo. La posibilidad de actuar en este sentido existe, pero el resultado de las negociaciones no es evidente ya que, como se ha dicho, se requiere una resolución unánime de los 27 en este campo.
Dos posibles mecanismos para el embargo de petróleo y carbón
Por lo tanto, la Comisión Europea está evaluando al menos dos posibles mecanismos para implementar el embargo energético sobre las importaciones de petróleo y carbón de Rusia:
- El primero sigue a las sanciones ya ensayadas contra Irán y prevé pago de suministros a una cuenta que está desbloqueada sólo a cambio del respeto de ciertas condiciones (como una tregua).
- La segunda consiste en introducir un arancel sobre las importaciones de petróleo de Rusia, que podría ser del 10%. La idea es que las cotizaciones ahora son tan altas que Moscú no pudo pasar la carga sobre el precio final, porque en ese momento sería más conveniente para los europeos comprar crudo de países africanos o del Golfo. Para Europa, la introducción del impuesto supondría unos ingresos estimados en torno a los 5 millones, según las estimaciones europeas recogidas por Corriere della Sera. La cifra podría servir para indemnizar a las empresas europeas perjudicadas por el choque energético.
El objetivo declarado de Europa es encontrar una manera de aumentar la presión sobre Putin y obligarlo a estar más dispuesto a negociar, pero la Comisión dirigida por Ursula von per Leyen tendrá que ocuparse de los intereses nacionales individuales en el debate entre los 27.
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