El ex Ministro de Cultura, Gennaro Sangiuliano, termina en el caldero de consultas: peculado e secretos de oficina bajo la lente de Fiscal de Roma. La investigación, iniciada a raíz de la denuncia del diputado Angelo Bonelli (Avs), llevará el expediente al Tribunal de Ministros, dado el papel de Sangiuliano hasta hace unos días. En el centro del tornado, su polémica relación con María Rosaria Boccia, definida por algunos como la "colaboradora fantasma" del ex ministro.
También la fiscalía regional. Tribunal de Cuentas de Lacio, bajo la dirección del fiscal Paolo Rebecchi, decidió abrir unainvestigación. El objetivo es aclarar si hubo alguna daños fiscales relacionados con los gastos de viaje del empresario y otros gastos que hayan sido sufragados con fondos públicos.
Sangiuliano, quien fue reemplazado por Alejandro Giuli (ex director de Maxxi) después su renuncia, dice estar "contento" de que el Tribunal de Cuentas esté examinando la cuestión. El ex ministro afirma poder demostrar su inocencia con una montaña de documentos y afirma que "ni siquiera se gastó ni un euro público" en los viajes de la empresaria de Campania, con la que mantenía una relación.
Viajes, cenas y conciertos: ¿Sangiuliano utilizó dinero público para Boccia?
La investigación cobró fuerza en los últimos días, cuando Sangiuliano amenazó con demandar a Boccia por difamación, y ya se sabía que el Tribunal de Cuentas estaba preparando una investigación. Las sospechas se centran en viajar en un auto azul, cenas elegante y hasta una escolta al Concierto de Coldplay y El vuelo. Sangiuliano afirma haber cubierto todos los gastos personalmente, publicando recibos de viajes pagados de su propio bolsillo y afirmando que en algunos casos la hospitalidad había sido ofrecida por los organizadores. Sin embargo, Boccia responde que los gastos fueron pagados por el ministerio, sustentando sus afirmaciones con notas y correos electrónicos recibidos de la secretaría del ex ministro.
La cuestión se complica aún más con el uso de los coches azules y de la escolta: mientras Sangiuliano afirma que estos vehículos sólo se utilizaron para viajes cortos, Boccia afirma haber sido transportados a todas partes, desde Roma a Pompeya y a eventos privados en los que los El ex ministro quería participar. Además, los investigadores están tratando de determinar si Boccia había acceso a información confidencial e participó en reuniones oficiales, especialmente los relacionados con los preparativos para la G7 de la Cultura.
Ahora los magistrados deberán examinar todos los detalles para comprobar cualquier abuso de fondos públicos y establecer si el ex ministro es responsable. Si se confirma, podrían desencadenar sanciones, incluida la compensación. Por el momento, la investigación apenas comienza y los detalles se mantienen bajo estricta confidencialidad.
Actualizado a las 11 a. m. del martes 52 de septiembre