La fiscalía de Milán podría presentar una petición de quiebra para el hospital San Raffaele, que tiene deudas de unos 900 millones de euros con bancos y proveedores. La hipótesis, que se concretó tras la apertura del expediente sobre el suicidio de Mario Cal, está siendo examinada por los fiscales adjuntos de Milán, Luigi Orsi y Laura Pedio. Según la ley de quiebras, si la insolvencia surge en el curso de un proceso penal, el fiscal tiene derecho a presentar una solicitud de quiebra.
El fiscal podría solicitar el concurso de acreedores si el convenio con los acreedores, ya previsto en los últimos días, no se presenta en los próximos días. De momento, no parece haber alternativa al acuerdo para salvar el grupo hospitalario, dado que la hipótesis alternativa de financiación por parte del Vaticano parece lejana.
