Horas de angustia en Samsung. La fiscalía surcoreana ha pedido 12 años de prisión para Lee Jae-yong, líder de facto y heredero de la familia fundadora del grupo de electrónica. Los cargos son diferentes, pero el principal es el de corrupción.
Lee está acusado ante el Tribunal del Distrito Central de Seúl en el contexto del escándalo que desembocó en el juicio político y posterior detención de la expresidenta de la República Park Geun-hye. El vicepresidente de Samsung Electronics volvió a negar ayer haber buscado nunca favores políticos.
Según la acusación, el gerente, arrestado en febrero, prometió o pagó 43,3 millones de won (38,3 millones de dólares) a Choi Soon-sil, confidente y "chamán" de Park, para obtener el apoyo del fondo público de pensiones para el intra- plan de reestructuración del grupo cuyo objetivo era reforzar su control sobre la cadena de mando. Del total, 20,4 millones de wones terminarían en Mir y K Sports, fundaciones dudosas atribuibles a Choi.
