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Salario mínimo legal: ¿9-10 euros la hora es el umbral adecuado?

La propuesta de un salario mínimo legal presentada por el secretario del Pd Matteo Renzi puede hacer una contribución positiva a la protección del trabajo más débil que debe probarse, pero su monto debe reflexionarse.

Salario mínimo legal: ¿9-10 euros la hora es el umbral adecuado?

Como toda legislación laboral, la "salario mínimo", pariente lingüístico de la "Ley de Empleo", no es una herramienta de la que esperar milagros sino simplemente (lo que no debe subestimarse) una mayor protección de los grupos más débiles de trabajadores.

La reciente propuesta de Matteo Renzi fijar el salario mínimo legal en 9-10 euros la hora no satisfará el entusiasmo del sindicato que teme ser deslegitimado, pero que nunca se ha planteado realmente el objetivo de aplicar el artículo 39 de la Constitución que, con rango de ley a los contratos firmados conjuntamente por los interlocutores sociales que representen a la mayoría de los afiliados, eliminaría los contratos anómalos y haría objetivamente inútil el salario mínimo legal.

El sindicato se ha apoyado en la práctica jurisprudencial, que durante muchos años ha funcionado muy bien, de equiparar el salario justo a que se refiere el artículo 36 de la Constitución a los mínimos contractuales nacionales pero en un régimen de monopolio sustancial de negociación.

La difusión de un número importante de contratos, y no todos "pirateados", inducida por la multiplicación de convenios de empresa nacionales o entre asociaciones sindicales de trabajadores y empresas distintas a las históricas, ha producido una especie de competencia contractual que empuja a las empresas a elegir el contrato más conveniente. A esto se suma el mundo sumergido del negro que caracteriza a algunos sectores como el trabajo agrícola de temporada y la construcción, por lo que el salario mínimo puede ser útil, pero no decisivo.

De hecho, la fórmula contractual tradicional actual no garantiza en todas partes la justa remuneración sancionada por la Constitución. La propuesta que ha relanzado el secretario del PD es un sustituto parcial del artículo 39, que (al igual que los artículos 40 y 46) sigue siendo considerado por los interlocutores sociales como material radiactivo (obviamente también la constitución más bonita del mundo) sólo agrada en las declaraciones programáticas) pero, acompañada de algunas reflexiones, daría una contribución positiva a la protección de los trabajadores más débiles.

En primer lugar, el valor indicado por Renzi para el umbral de salario mínimo nacional por hora (9-10 euros), que corresponde más o menos al valor del bono, sería adecuado para las realidades económicamente fuertes pero se convertiría en una tensión para las áreas más débiles y se convertiría en un grito de la memoria de Manzoni. Un valor más bajo ciertamente sería efectivo para realidades y sectores menos desarrollados pero, con algunas excepciones, no tendría mucho uso en el resto del país.

Desde un punto de vista teórico el valor del salario mínimo debe articularse de acuerdo con los salarios reales, por región o por agregados de regiones. Este estudio sería oportuno pero, ante el riesgo de dar lugar a interminables discusiones, sería mejor partir de un valor realista del salario mínimo por hora, aunque sea inferior a los valores señalados por el secretario del PD, para evaluar su impacto en las realidades de los territorios y sectores más concretamente afectados y posteriormente mejorar la eficacia de la herramienta en términos generales.

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