comparte

Saipem se derrumba en bolsa tras las cuentas, ok con el nuevo plan

Las acciones se redujeron drásticamente después de las cuentas de 9 meses que muestran una caída de los ingresos del 6 % y pérdidas de más de mil millones - Se presenta un nuevo plan para 1 - CEO: "El desafío de la transición requiere un cambio profundo"

Saipem se derrumba en bolsa tras las cuentas, ok con el nuevo plan

Saipem se hunde en Bolsa tras la presentación de las cuentas a nueve meses y el nuevo plan a 2025. Una hora después de la apertura de los mercados, la acción cae un 8% hasta los 2,006 euros.

LAS CUENTAS DE LOS 9 MESES

Las ventas fueron impulsadas principalmente por los resultados del periodo finalizado el 30 de septiembre, cerrado con una reducción de los ingresos del 6% hasta los 5,06 millones de euros, un EBITDA negativo de 455 millones (fue positivo de 353 millones en el mismo periodo de 2020) y una pérdida neta de 1,12 millones (desde 1,01 millones). El resultado neto ajustado se sitúa en rojo en 862 millones (desde 210 millones) mientras que la deuda financiera neta pasa de 1,4 millones hace un año a 1,67 millones a 30 de septiembre. Las inversiones técnicas registran un descenso del 19% hasta los 195 millones, mientras que los pedidos adquiridos ascienden a 4,86 millones (-8,8%).

Estos números, subraya la compañía, descuentan “una ralentización respecto a 2020 en las actividades de ingeniería y construcción debido principalmente a la continuación de la emergencia sanitaria, la suspensión de actividades en Mozambique y problemas en la eólica marina”. Saipem también destaca que el tercer trimestre ya muestra signos de mejora, con ingresos de 1,86 millones (+9,3% respecto al año anterior, +18% respecto al segundo trimestre), ebitda de -66 millones (desde -462 millones en el segundo trimestre y +82 millones en 2020) y una pérdida neta de 342 millones (desde -659 millones en el segundo trimestre). El Grupo también registró nuevos contratos por 4,9 millones de euros, con una liquidez disponible de 2 millones de euros y una línea revolvente no utilizada de 1 millones de euros. Para la segunda mitad de 2021, Saipem espera ingresos de alrededor de 4,5 millones de euros, un Ebitda ajustado positivo, inversiones técnicas de alrededor de 250 millones de euros y una deuda financiera neta de alrededor de 1,7 millones de euros.

EL NUEVO PISO

El consejo de administración de la petrolera ha dado luz verde al nuevo plan estratégico 2022-2025 que “pretende construir una compañía que crezca, genere beneficios y flujo de caja con objetivos precisos de desarrollo en el sector energético tradicional, la transición energética y las infraestructuras sostenibles, operando como un habilitador tecnológico de estrategias bajas en carbono”, subrayó el CEO Francesco Caio.

Entrando en detalle, el nuevo plan prevé un recorte de costes con un objetivo intermedio de 100 millones para 2022 y un objetivo final de 300 millones para 2025. En cambio, los ingresos deberían crecer a una tasa media anual del 15% hasta 2025" gracias a la aportación de la cartera a 30 de septiembre de 2021 de aproximadamente 24,5 millones de euros, nuevas oportunidades comerciales y las favorables perspectivas de crecimiento esperadas en perforación”.

El próximo año será crucial para Saipem, que espera que los ingresos y los márgenes crezcan, impulsados ​​por las actividades y la perforación en alta mar. En 2023, en cambio, el EBITDA ajustado debería volver a los niveles anteriores al Covid-19 para alcanzar márgenes de dos dígitos en la segunda parte del plan.

El nuevo plan destina 1,5 millones a inversiones hasta 2025 y estima un descenso de la deuda financiera neta hasta los 2,2 millones en 2022 "para luego beneficiarse de la importante generación de caja prevista de más de 800 millones de euros a lo largo del plan cuatrienal" para situarse por debajo de los 1 millones en 2025.

“La transición energética no es un simple cambio hacia fuentes bajas en carbono, sino una transformación radical de todo un ecosistema. De un sector muy centralizado, caracterizado por grandes plantas y poco digitalizado a uno distribuido, muy interconectado, con una creciente centralidad de servicios innovadores y nuevos operadores diferentes a los tradicionales tanto por el lado de la demanda como de la oferta. Es un cambio profundo que requiere modelos operativos innovadores y flexibles para competir y crecer rentablemente”. subraya el director general, Francesco Caio, explicando el alcance de los nuevos retos que plantea la transición energética.

Revisión