Saab se declaró en quiebra. La noticia de hoy es la conclusión de un largo camino que duró 30 años y que, pasando por planes de rescate y desmembramiento, llevó al histórico fabricante de automóviles sueco de ser la estrella en ascenso del mercado de las 4 ruedas a los austeros banquillos de un tribunal de quiebras escandinavo. La declaración de los jueces de Vanersborb es perentoria y no deja lugar a la esperanza.
La historia reciente de Saab se ha caracterizado por varios intentos de rescate. Después de que General Motors detuviera la producción a principios de 2010, los estadounidenses fueron absorbidos por Spyker Cars (ahora Swedish Automobile), una empresa registrada en Holanda propiedad del sueco Victor Muller, quien utilizó la financiación del ruso Vladimir Antonov para la operación. Después de reanudar la producción Saab recibió un préstamo de 4,1 millones de coronas (unos 400 millones de euros) del Banco Europeo de Inversiones, un préstamo que había sido garantizado por el gobierno sueco cuya exposición en el asunto está por verificar.. La oficina de deuda del país escandinavo ha garantizado al BEI liquidez por 275 millones de euros y la liquidación de los activos de Saab debería ser suficiente para evitar sacrificios por parte del erario. Tras los resultados decepcionantes en el mercado, se intentó intentar salir del agujero negro. acuerdo con fabricantes chinos Pang Da y Zhejiang Youngman Lotus Automobile, pero la posibilidad de una solución fue abruptamente eliminada por las noticias de hoy.
Nacido para producir aviones, Saab se había especializado en el mercado automotriz después de la Segunda Guerra Mundial. La empresa, que actualmente cuenta 3700 empleados, saltó a la fama a principios de la década de 80 cuando, aprovechando la devaluación de la Corona, construyó un buen mercado internacional y ganó una excelente reputación por la fiabilidad del producto y la innovación tecnológica.