El ejercicio de Ryanair comienza con el freno puesto, que no vio despegar sus beneficios en el primer trimestre. El beneficio neto cayó un 29% en el periodo abril-junio, situándose en 98,8 millones de euros. Llevando en tierra las cuentas de la compañía de bajo coste, el gigante europeo del transporte aéreo, el gasto en combustible aumentó un 27%, compensado en parte por el aumento de las tarifas. Por el contrario, el crecimiento del número de pasajeros no parece detenerse. Fueron 22 millones en el primer trimestre, un 6% más, con unos ingresos que subieron un 11% hasta los 1,28 millones. El crecimiento en el número de pasajeros podría llevar a Ryanair a convertirse en la segunda aerolínea europea en el presente año. La aerolínea irlandesa confirmó sus objetivos para todo el año de un aumento del 4% en la venta de billetes y una disminución de los beneficios, pero argumentó que había elegido un objetivo conservador.
Precisamente en estos días Ryan Air ha presentado por tercera vez una oferta por las acciones del competidor de bandera irlandesa Air Lingus. Sin embargo, el acuerdo parece complicado por razones relacionadas con las normas europeas de competencia.
