Ryanair está listo para la batalla legal. La aerolínea de bajo coste irlandesa, tras la sentencia del tribunal de Manchester que daría a los pasajeros 6 años para presentar reclamaciones por retrasos (frente a los 2 años previstos en el contrato de Ryanair), ha "instruido a sus abogados para que recurran esta decisión".
Según la normativa europea (citada en la sentencia de Manchester) en caso de denegación de embarque, cancelación de vuelo o gran retraso, se prevé una devolución de hasta 600 euros por pasajero si los retrasos de más de tres horas no se deben a circunstancias excepcionales, sino por la empresa. Según este cálculo, Ryanair corre el riesgo de tener que pagar más de 850 millones de euros.
Precisamente por eso la reacción de la aerolínea ha sido tan dura y contundente. Desde un punto de vista jurídico, el recurso de Ryanair se centra precisamente en ampliar el plazo, por considerarlo "innecesario e irrazonable".
Para demostrarlo, la compañía se centra en los números: “Menos del 1 por ciento de los vuelos de Rayanir tienen un retraso de más de 3 horas -se lee en la nota difundida por Ryanair- y más del 90 por ciento de los pasajeros presentan una reclamación válida en el plazo de 2 años estipulados en el contrato".
