“Creo que el acuerdo concluido en Minsk es una excelente noticia, lo evaluaremos juntos”. Así lo ha afirmado el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, a su llegada al edificio Justus Lipsius de Bruselas, donde por la tarde se celebra la cumbre de jefes de Estado y de Gobierno de la UE, que estará presidida por la últimos acontecimientos de la crisis ruso-ucraniana.
La reunión fue inaugurada por los discursos del presidente francés, François Hollande, y la canciller alemana, Angela Merkel, quienes participaron en las negociaciones en la capital bielorrusa entre el presidente ruso, Vladimir Putin, y el presidente ucraniano, Petro Poroshenko. El propio Poroshenko estará presente en la cumbre de la UE.
A un reportero que le preguntó si se seguirán discutiendo las sanciones económicas contra los separatistas ucranianos, Juncker respondió: "Creo muy sinceramente y sujeto al escrutinio del Consejo Europeo (de los acuerdos de Minsk, ed), que este no es el 'momento para sanciones'. El Las nuevas sanciones, que sumarán 19 individuos rusos y ucranianos a los 132 ya en la lista negra y 9 entidades a los 28 ya afectados, fueron decididas en los últimos días pero congeladas hasta el 16 de febrero, a la espera del resultado de la cumbre de Minsk.
En cuanto a las sanciones previamente decididas, la decisión de extenderlas por seis meses fue tomada por el consejo extraordinario la semana pasada.
