El producto interno bruto de Rusia se detuvo en +1,3% en 2013. Es el nivel más bajo desde el colapso de 2009, incluso si se trata de una estimación inicial, publicada por la agencia de estadísticas con sede en Moscú, Rosstat. Pero la cifra confirma el descenso de los últimos años: del +4,3% en 2011 al +3,4% en 2012.
Un claro paso atrás de las estimaciones de los analistas. Según reportes de la agencia de noticias Interfax, tenían pronosticado un crecimiento de +3,6%.
El ministro de Desarrollo Económico, Alexei Ulyukayev, destaca que “el ritmo de crecimiento no es satisfactorio de ninguna manera. La recesión de muchos socios comerciales y las escasas inversiones internas pesan mucho”. Ya en diciembre, Ulyukayev había expresado su preocupación por el estancamiento que atraviesa Rusia, que corre el riesgo de continuar también durante los próximos años.
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