Los largos años de crisis han llevado a una reducción paulatina del peso de las inversiones sobre el PIB en casi toda Europa: en la UE 28 pasó de una media del 22,8% en el primer trimestre de 2008 al 19,7% en el cuarto trimestre de 2015 , mientras que en el grupo más pequeño de países de la moneda única, pasó del 23,3% al 19,9%. En Italia, del 21,4% ha pasado al 16,6%.
En marzo de 2016, el plan Juncker, lanzado en julio de 2015 con el objetivo de estimular inversiones en Europa por un total de 315 millones, había generado 76,1. Los proyectos se refieren principalmente al sector de la energía, el transporte, la investigación y el desarrollo (I+D) y las TIC. En esta primera fase del Plan, Italia ha sido reconocida como el país con mayor número de convenios de financiación para pymes aprobados: 21, además de 8 proyectos de infraestructuras.
En Italia en 2015 las inversiones en I+D registraron el tercer año consecutivo de crecimiento, resultando 11,7 puntos porcentuales más que antes de la crisis, en 2007. El peso del gasto en I+D sobre el PIB se situó así en el 1,3%, a 0,2 puntos del objetivo Europa 2020, fijado al 1,5%. El ligero avance registrado en los últimos tres años deja a nuestro país aún por detrás de los principales socios europeos, tanto en gasto sobre PIB como en gasto per cápita. El gasto en investigación en nuestro país está financiado principalmente por las empresas: en 2014 (últimos datos disponibles) éstas aportaron al gasto global más del 55% del total.
Sin embargo, el peso de la investigación empresarial sobre el PIB en Italia sigue siendo bajo en comparación internacional (0,58% del PIB frente al 1,8% del PIB).
Alemania). La investigación está financiada principalmente por las empresas manufactureras más grandes, con las de los sectores automotriz, electrónico y farmacéutico liderando el ranking. El rezago del sector productivo italiano con respecto a los principales socios europeos parece menos evidente si se amplía el análisis al concepto más general de "capacidad innovadora".
El tamaño aún relativamente pequeño del sector de alta tecnología e I+D en Italia tiene, entre las diversas consecuencias, un porcentaje bastante bajo de empleados en el sector: solo el 3,9% del total, un valor que nos sitúa en la posición 28 en la UE 20 , inmediatamente por delante de Grecia, Portugal y los países de Europa del Este. Además, hay pocos científicos e ingenieros jóvenes en nuestro país: solo al 3% de la población de entre 25-34 años se le puede atribuir esta titulación, cifra que nos sitúa en la parte inferior del ranking de la UE 28, por detrás de Grecia (3,3%). , Rumanía (5,8%) y España (6,4%).