Las imágenes que se muestran en esta exposición proceden deEstudio Doisneau en Montrouge, en el sur de la capital francesa. Robert Doisneau encarna la imagen del fotógrafo humanista inmerso en la vida de su ciudad. Imágenes que narran la belleza pero también las contradicciones y transformaciones sociales de nuestra historia. Es su capacidad para hablar de su ciudad, de la vida cotidiana y de las emociones, pero también de la condición a veces áspera de los adultos, pero siempre lo hace con gracia y, a menudo, con melancolía y una ironía sutilmente lúdicamente evidente. Entre las obras expuestas Le Baiser de l'Hôtel de Ville, París, 1950, famosa e icónica imagen, considerada entre las más reproducidas del mundo. (foto de cubierta)
En Montrouge, Doisneau desarrolló y archivó sus imágenes durante más de cincuenta años. Ha dejado un legado de casi 450.000 negativos. Desde el mismo atelier, hoy sus dos hijas trabajan en la difusión y difusión de su obra, acogiendo las continuas peticiones de museos, festivales y editoriales.
Nacido en 1912 en Gentilly, un pueblo en los suburbios del sur de París, comenzó su formación en el campo de la litografía, pero que abandonó rápidamente en favor de un aprendizaje en el estudio fotográfico de André Vigneau. A más tarde, durante cuatro años, colaboró con el departamento de publicidad de Renault.
Una vez liberado de este compromiso, Robert Doisneau se convierte en fotógrafo independiente, pero lo suspende debido a la guerra. Inmediatamente después de la Liberación de la capital francesa, se inició un período muy intenso de encargos para la publicidad (y en particular para la industria del automóvil), la prensa (incluidas las revistas "Le Point" y más tarde "Vogue") y la edición.
Al mismo tiempo continúa con sus otros proyectos personales, que serán objeto de numerosas publicaciones, empezando porópera La Banlieue de Paris, estrenada en 1949 y creado en colaboración con el escritor Blaise Cendrars.
Tras conocer a Jacques Prévert y Robert Giraud, así como al actor y violonchelista Maurice Baquet, escenifica un gran número de cuadros. A partir de 1946 sus fotografías son distribuidas por la agencia Rapho y donde conoce a Sabine Weiss, Willy Ronis y Édouard Boubat, quienes junto a él formarán una corriente estética a menudo definida como “humanista”.
En 1983 fue galardonado con la “Grand prix national de la fotografía”. La exposición de Aosta ve 128 de sus imágenes más bellas.