El primer ministro Matteo Renzi y el alcalde de Nápoles Luigi De Magistris firmaron hoy el "Pacto por Nápoles", que prevé la liberación de 308 millones que se destinarán a obras públicas en la ciudad. Los fondos se utilizarán para financiar obras de regeneración urbana, suburbios, seguridad y movilidad en la capital de Campania y en otras áreas regionales.
Así comenzó el deshielo entre el Gobierno y el alcalde napolitano tras la polémica por la puesta en marcha de las obras para la recuperación del antiguo recinto siderúrgico de Bagnoli.
“Hemos demostrado que podemos mantener la dialéctica política, la disidencia que también puede ser fuerte, separada de una correcta y eficaz relación institucional al más alto nivel”, dijo el alcalde de Nápoles. Con de Magistris "tenemos muchas ideas diferentes desde el punto de vista político, pero desde el punto de vista institucional Nápoles es mucho más grande que esto", explicó el primer ministro. Ni Renzi ni De Magistris se han referido a Bagnoli.
