Una vez superado el tema de la inmunidad, el camino de las reformas parece recuperar el impulso esperado por el primer ministro Matteo Renzi: a pesar de las tensiones provocadas por el acercamiento con el M5S, Forza Italia se apresura a confirmar la validez del pacto nazareno que mantiene juntas reformas e Italicum: "La semana que viene estarán las reformas en la Cámara -dijo Romani-: esperamos que entonces se inicie inmediatamente el examen de la ley electoral".
Por lo tanto, Berlusconi quiere cerrar de inmediato el Italicum, y precisamente por eso, mañana por la noche, con toda probabilidad, habrá una reunión con el primer ministro en el Palazzo Chigi, para bloquear la reforma, incluidos los posibles cambios (elevar el umbral para acceder a la votación de 37 al 40 % y normalización de todos los umbrales de entrada entre el 4 y el 5 %).
La reunión (probable pero aún no oficial) será precedida por la delicada reunión del Cavaliere con los grupos parlamentarios de Fi, para imponer la línea a los numerosos disidentes a favor de un Senado electivo.
Mientras tanto, hoy arranca la semana decisiva para las reformas, con la primera votación de las enmiendas en la comisión de Asuntos Constitucionales del Senado. Los cambios sobre los que hay acuerdo mayoritario están contenidos en 20 enmiendas de los ponentes Anna Finocchiaro (Pd) y Roberto Calderoli (Lega), pero se dice que no habrá sorpresas.
“Ahora la pelota está toda en nuestra cancha. Necesitamos gastar bien la autoridad internacional y europea ganada con el 41% y con las primeras medidas gubernamentales”, dijo el primer ministro Matteo Renzi.
