Pregunta y respuesta de fin de año, a distancia, entre el primer ministro Giuseppe Conte y el líder de Italia Viva Matteo Renzi. La pregunta lleva unos días sobre la mesa, pero en la tradicional rueda de prensa de fin de año, el Primer Ministro aún respondió a la pregunta presiones del gobierno aliado, que poco antes le había presionado al hablar en el Senado sobre el voto de confianza a la Ley de Presupuestos. Esta vez Conte, si bien no respondió al fondo (ese no era el lugar), no rehuyó el enfrentamiento y anunció tiempos rápidos para la verificación y aprobación de un Plan de Recuperación compartido: "No podemos darnos el lujo de flotar – dijo Conte -, convocaré un MDL ya en los primeros días de enero y luego habrá discusiones con los interlocutores sociales y el Parlamento: tendremos tiempo razonable para entregar el proyecto final dentro del plazo establecido, es decir, a mediados -Febrero ".
“Es una ocasión histórica –había dicho Renzi poco antes-. Pedimos claridad sobre a dónde irá el dinero que nunca volverá. La de El Plan de Recuperación es una oportunidad que nunca antes había existido: ahora o nunca. Nos han dicho que somos irresponsables y que socavamos la estabilidad del ejecutivo, pero eso no es estabilidad, es estancamiento. Una legislatura es como una bicicleta, encuentra el equilibrio si se mueve”. Precisamente sobre la celebración de la legislatura, Conte respondió indirectamente reiterando que “la perspectiva es el final de la legislatura. Sobre el Plan de Recuperación, tras el borrador técnico y las primeras reuniones, llega el momento de la síntesis política que hay que encontrar rápidamente. La ocasión es histórica y estamos actuando en un contexto de emergencia, además en plena sintonía con la dirección política expresada por la Comisión dirigida por Ursula Von Der Leyen. Acepto el enfrentamiento pero no los ultimátums”.
Cuando se le preguntó sobre su voluntad de pedirle al Parlamento confianza en un texto del Plan de Recuperación revisado, Conte respondió que "necesitamos actuar de manera transparente, el paso parlamentario es fundamental y debe ser claro y franco. Yo no desafío a nadie, cada quien asumirá sus propias responsabilidades". El primer ministro también intervino sobre el plan de vacunas, que está causando perplejidad y polémica en estas horas, sobre plazos y prioridades, y sobre la cuestión de la obligatoriedad ("queda excluida"): "El plan fue votado por el Parlamento el 2 de diciembre y prevé como se sabe que se distribuye primero a las categorías consideradas prioritarias: 1,8 millones de personal sanitario y RSA y luego los 4,4 millones mayores de 80 años. Veremos los primeros resultados significativos al final de la fase 1, es decir, a finales de la primavera, no antes de abril, cuando se habrán vacunado entre 10 y 15 millones de italianos".