El comisario de Asuntos Económicos Olli Rehn, en un discurso ante el Parlamento de la UE, esbozó el panorama de la situación italiana, atacando duramente a Silvio Berlusconi y sus políticas económicas: “Italia se había comprometido a consolidar el presupuesto en el verano de 2011 para facilitar el BCE intervención en el mercado secundario para comprar bonos del gobierno: cuando el gobierno de Berlusconi decidió dejar de respetar los compromisos asumidos el costo de financiamiento para el estado ha aumentado”.
Junto a la embestida contra el ex primer ministro, acusado de no cumplir con sus compromisos, provocando así el recrudecimiento de la crisis, otra apoyo de las instituciones europeas a la labor de Mario Monti: “Con la formación del gobierno Monti, la situación se ha estabilizado. Este es un claro ejemplo de un factor de confianza”.
Para Rehn, el principal objetivo de los distintos países debe ser "mantener el ritmo de las reformas económicas" y la "continuación de la consolidación fiscal", que representan la única posibilidad seria de crecimiento. A continuación, el comisario de Asuntos Económicos cerró señalando los avances de la Unión Europea y de los Estados en crisis, como Italia, España y Grecia. “Este año –dijo– será una prueba fundamental para la credibilidad de la Eurozona”.
