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Recuperando la chirivía de Capitignano: pronto un Baluarte de Slow Food, todo lo que necesitas saber sobre la falsa zanahoria blanca

El extraño cruce entre zanahoria y perejil, de textura carnosa y sabor ligeramente ácido cuando está crudo, que se vuelve dulce cuando se cocina, tiene orígenes que se remontan a la Edad Media. Contiene más fibra y sales minerales que las patatas y es una fuente muy valiosa de vitaminas (C, K, E).

Recuperando la chirivía de Capitignano: pronto un Baluarte de Slow Food, todo lo que necesitas saber sobre la falsa zanahoria blanca

La chirivía de Capitignano será pronto Presidium de comida lenta. El extraño cruce entre zanahoria y perejil siempre forma parte de la tradición gastronómica del municipio de Abruzzo y, aunque su producción ahora es reducida, desde hace varios años las granjas con las autoridades locales, provinciales y regionales llevan a cabo diversos proyectos para su protección y su relanzamiento, como la inclusión en elEl Arca del Gusto de Slow Food y la publicación del libro La chirivía de Capitignano.

Para que se establezca un Presidium es necesaria la coexistencia de algunos elementos, como la salvaguardia de los productos en peligro, las habilidades manuales que los trabajan y la comunidad que se preocupa por su territorio.

“Quería valorizar los cultivos que están desapareciendo e inmediatamente pensé en Capitignano y su chirivía. Este poblado intenta resurgir y establecerse en la zona del Alto Aterno; por ello, espero que pretendan aprovechar las oportunidades que promueve el Gal, a través de la presentación de proyectos. Espero que exista la voluntad de crear sinergias entre jóvenes y mayores para un futuro prometedor para Capitignano", afirmó el presidente de Gal Gran Sasso Velino Pablo Federico. Los Gals, que son asociaciones empresariales y organismos públicos que gestionan fondos europeos a través de la región de Abruzzo, son 8 y ofrecen oportunidades a través de licitaciones a fondo perdido o mediante iniciativas con recursos propios.

“Tal vez si corrimos a encontrarnos aquí hoy valdría la pena; en este caso nos hemos convertido en meros intérpretes de una necesidad local que, a través de esta acción, ha encontrado la manera de canalizar su energía. La raíz de sentirse bien, de comer y beber bien es la comunidad, que cree en el poder de su cultura y emprende un camino de consciencia”, comentó Rita Salvatore, presidente de Slow Food Abruzos.

¿Qué es la chirivía?

La chirivía es una raíz blanca, tendiendo al amarillo claro, de consistencia carnosa y sabor ligeramente ácido en crudo, que se vuelve dulce al cocerlo. Parece una zanahoria y por sus ramificaciones se parece al jengibre. La chirivía se ha adaptado bien al clima y al suelo de Capitignano, una pequeña ciudad de la región del Alto Aterno de L'Aquila, donde todavía se cultiva en algunos jardines domésticos.

Historia

Como tantas humildes verduras que antaño fueron muy utilizadas en la cocina pero que hoy parecen casi olvidadas, la historia de la chirivía tiene orígenes muy antiguos: durante la Edad Media y el Renacimiento, la raíz era conocida como "comida de los pobres" y entre los miles de usos, entre las poblaciones europeas uno era muy recurrente: reducirlo a puré para dar a los recién nacidos, al igual que la patata. De hecho, cuando esta última comenzó a extenderse, la chirivía pasó a un segundo plano y luego desapareció casi por completo hacia el siglo XIX.

Propiedades y beneficios de las chirivías

La chirivía necesita un suelo bien drenado, en composición y sabor es similar a la patata pero contiene más fibra e sales minerales. Y es una fuente invaluable de vitamina (C,K,E).

A su raíz se le atribuye un notable efecto digestivo, pero también propiedades diuréticas y anticancerígenas.

Excelente fuente de fibra, potasio y magnesio, el valor nutricional de las chirivías es similar al de las patatas, aunque es más rica en fibra y tiene sólo el 50% de las calorías que contiene de media una patata.

Chirivía: como cocinarla

La chirivía es muy versátil en la cocina, una gran alternativa a las patatas para presentar sin cocer o en varios Cocinando: hervido, al horno, salteado, al vapor, frito o simplemente escaldado. Este último método permite pelar la piel exactamente como ocurre con las patatas y, una vez peladas, pelarlas en rodajas o tiras y cocerlas en aceite, perejil o glasearlas con miel o sirope de arce.

Pero también es una base excelente para hacer bruschetta. Gracias a su sabor dulzón, también es adecuado para preparar sopas, aterciopelados o para condimentar pastas.

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