Adiós a recibo y la recibo. O, al menos, adiós a su antigua versión, la de papel. Esta nueva revolución, similar a la ya realizada en el factura electrónica, se desarrollará en dos fases: a partir del 1 de julio será el turno de los comercios y comerciantes con una facturación superior a los 400 mil euros, mientras que para el resto la fecha del cambio está fijada para el 1 de enero de 2020.
Básicamente, así como para las facturas, incluso para los recibos y recibos será necesario transmitir los datos en línea a la Agencia Tributaria. Por supuesto, no será necesario enviar cada transacción, sino los números de las tarifas diarias.
¿Si pero como? Hay varias alternativas:
- registradores telemáticos (Rt) o servidores telemáticos (St), cuyos modelos hayan sido aprobados por la Agencia Tributaria;
- un trámite web, que también se puede utilizar desde dispositivos móviles, puesto a disposición de forma gratuita por las autoridades fiscales en el portal «Facturas y pagos»;
- quienes venden medicamentos podrán utilizar las mismas herramientas y canales que ya utilizan para el envío de datos al sistema de Tarjeta Sanitaria.
En consecuencia, la corriente cajas registradoras serán progresivamente sustituidos o integrados -si es técnicamente posible- para permitir el almacenamiento y transmisión de datos diarios.
Pero en este frente también hay buenas noticias: los operadores serán reconocidos un crédito fiscal igual al 50% del gasto ocasionado por la compra o adaptación de cajas registradoras actuales, hasta un máximo de 250 euros en el caso de compra o 50 euros en el caso de adaptación de cada herramienta. El crédito fiscal será utilizable en compensación a partir del primer pago periódico de IVA siguiente al mes en que se registró la factura.
Para el cliente (consumidor o número de IVA), en lugar de recibos y recibos será necesario proporcionarlos un documento comercial, que valdrá como título de compra para ejercer los derechos de garantía. El comprador también puede solicitar que se integre el documento con su código fiscal o número de IVA, que en ese momento también tendrá un valor fiscal y se puede utilizar para las deducciones y deducciones al presentar las declaraciones de impuestos. El mismo procedimiento web para el envío de datos a las autoridades fiscales también se puede utilizar para emitir estos documentos comerciales.