Se el movimiento sorpresa de Carlo De Benedetti el Espresso, el seco, ha agitado las aguas en el grupo hola a Urbano Cairo por Marco Tronchetti Provera, Diego Della Valle y especialmente Banca Intesa Sanpaolo, que es el gran financista de la editorial alejandrina, en el caso Blackstone no poco sacude la parte superior del grupo que publica el Corriere della Sera.
Según una indiscreción reportada el fin de semana por el sitio web Lettera 43, Tronchetti Provera, Della Valle y Banca Intesa, que son accionistas de RCS, lo habrían hecho entregar en El Cairo una carta en la que expresan su disidencia sobre el choque con el gigante estadounidense Blackstone que el editor abrió para disputar el precio, considerado demasiado bajo, pagado por el Fondo para detectar el histórico Oficina de Milán del Corriere en via Solferino.
El distanciamiento de los tres accionistas de Rcs con la editorial causa sensación al menos por dos motivos: primero porque son tres accionistas muy importantes y segundo porque su iniciativa viene prácticamente en vísperas de la primera audiencia de arbitraje entre El Cairo y Blackstone prevista para el lunes 21 de octubre.
Previamente, el fondo estadounidense Blackstone había presentado una demanda contra el presidente Cairo, que quería desbaratar la venta de la histórica sede del Corriere, pidiéndole una indemnización de 600 millones de dólares.