Tercer trimestre en rojo para Royal Bank of Scotland, que registró un gran pérdida de 1,38 millones de libras esterlinas (1,72 millones de euros) frente al beneficio de 1,22 millones recaudado en el mismo periodo del año anterior. 1,45 millones de libras esterlinas de costes adicionales provinieron de la evolución del valor de la deuda y 400 millones de libras esterlinas de disputas relacionadas con ventas forzosas de seguros de crédito de 1,7 millones en total.
Este tipo de seguro denominado PPI (seguro de protección de pagos), que permitía garantizar la devolución de un préstamo a pesar de la pérdida de ingresos por enfermedad, muerte y pérdida del trabajo, se vendió automáticamente a los clientes durante mucho tiempo, hasta que se prohibido en el Reino Unido. Para Lloyds los costos ascendieron a mil millones de libras, para Barclays 700 millones. En total, para los bancos británicos supera los 10 millones de euros.
Rbs, sin embargo, cerró los tres meses con un beneficio operativo que creció hasta los 1,04 millones, frente a los 2 millones del año anterior, y los ingresos aumentaron un 6,3%, hasta los 6,41 millones de libras. El Banco está controlado por el Estado británico, que posee el 81% del capital tras haberlo salvado de la crisis financiera.
