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La Rai y los cuatro retos que le esperan en 2022 y que marcarán el futuro de la función pública

Superada la euforia del récord de audiencia de Sanremo 2022, comienza para la Rai una etapa de gran y compleja apuesta normativa y productiva que, inevitablemente, se verá reflejada en todo el contexto audiovisual nacional

La Rai y los cuatro retos que le esperan en 2022 y que marcarán el futuro de la función pública

Hay por lo menos cuatro mesas abiertas -para este año- entre la Rai y el Gobierno (a través del MISE) que, una vez concluido, marcará radicalmente el futuro de la Función Pública. El primero, que comenzó el pasado mes de noviembre, se refiere a la redacción del nuevo acuerdo de servicio que entrará en vigor el próximo año; la segunda se refiere a la nuevo plan de negocios (previsto por el mismo Contrato en el artículo 25) que, como declaró en días pasados ​​el Consejero Delegado Carlo Fuortes en Rai Supervision, deberá estar concluido el próximo mes de junio; el tercero debe hacerse cargo de la "Toma de tierra" de esa parte del antiguo plan de empresa ya aprobado por el anterior consejo de administración de Foa/Salini sobre la reestructuración por género y, por último, la cuarta mesa debería invertir la reforma de la gobernabilidad de Viale Mazzini, actualmente en discusión en la Comisión de Transportes del Senado donde les gustaría reunir las 7 propuestas actuales presentadas por casi todos los partidos.

La nueva misión de Rai

Sobre todas ellas pesa entonces una incógnita transversal que se refiere a recursos con los que Rai puede contar para trazar un posible camino de inversiones y desarrollo. Veamos en orden y síntesis cómo se van prefigurando los diferentes temas sobre la mesa a partir de los documentos originales que tenemos y cómo luego concuerdan en su cronograma de implementación. El Contrato de Servicios, derivado a su vez del Acuerdo de 2017 entre el Ministerio y la Rai, es el texto fundamental sobre el cual se establecen todas las obligaciones que la Concesionaria de la Rai está obligada a seguir (a cambio de lo cual recibe el canon) durante los próximos 5 años a partir de de la definición puntual de su "misión". Ya en este primer y fundamental punto emergen los temas críticos que habrá que abordar. En la introducción al documento Borrador de Directrices CdS 2023-27 del pasado 11 de noviembre, leemos que “El nuevo Contrato de Servicios nació en un contexto muy diferente al de 2017.

La diferencia está en unos números que engloban la nueva vida digital de los italianos: el tráfico de datos unitarios por SIM pasa de 2.23 GB/mes en marzo de 2017 a 11.62 GB/mes en marzo de 2021, con un aumento de alrededor del 50% de un año a otro. año y 200% en 4 años (datos móviles)”. Allá nueva "misión" de Rai por lo que deberá calibrarse en un contexto de cambios profundos en el mercado, tecnologías y espectadores/consumidores en rápida evolución en los métodos de uso de nuevos productos audiovisuales.

El debate se centra enteramente en el dimensionamiento preciso de esta "nueva era" del Servicio Público que seguramente deberá encontrar una nueva y más eficiente legitimación de su presencia en el mercado donde el avance del streaming continúa impetuoso. Se trata de definir "qué y cómo" puede/debe hacer Rai a cambio de lo que recibe (cargo de licencia) y cuánto "gana" (publicidad). El tema de la "misión" será, por tanto, el eje en torno al cual girará necesariamente todo lo demás, empezando por los recursos que se asignan a Rai para llevar a cabo las tareas indicadas en el Contrato. El citado documento traza a continuación el "camino" del nuevo Contrato donde "En este nuevo contexto, el papel del Servicio Público Multimedia parte de 4 adjetivos ambiciosos: relevante, inclusivo, sostenible, creíble”. Es una apuesta muy importante y no será nada fácil de ganar y los obstáculos ya están a la vuelta de la esquina. El primero se refiere precisamente al canon y la amenaza despreocupada y plausible de volver a cobrar a través del boletín de Correos. De verificarse esta hipótesis, se espera una vuelta masiva a la evasión del llamado "impuesto más odiado por los italianos", con daños estimados en decenas de millones de euros.

El Plan Industrial de Rai

Es importante mantener bien separado el Contrato de Servicios del Plan de Negocios y sus respectivos tiempos. Este último está plenamente incluido en la lista detallada de deberes y compromisos exigidos a la Rai, tanto es así que está previsto en un apartado específico del citado artículo 25, let.u, donde se establece que "La Rai está obligada a someterse a la Secretaría, dentro de los seis meses siguientes a la fecha de publicación del presente Acuerdo en el Diario Oficial, dentro de los seis meses siguientes a la fecha de publicación del presente Contrato en el Diario Oficial, un plan industrial de tres años que, con base en la definición de recursos adecuados , puesto a disposición por las porciones de la tarifa destinadas al servicio público, para la realización de las actividades a que se refiere este Contrato, proporciona - de conformidad con las disposiciones del Acuerdo - intervenciones destinadas a lograr ... etc. etc". En este punto específico, surge una objeción legítima: se debe proceder primero con la puesta en común/aprobación de un nuevo Contrato de Servicios y, posteriormente, con la redacción de un Plan de Negocios consecuente y no al revés como parece estar ocurriendo.

De hecho, hasta donde sabemos tras las audiencias del Director General de Supervisión en las últimas semanas, parecería que estamos procediendo en la dirección opuesta. En los últimos días, dos encuentros importantes tuvieron lugar en Viale Mazzini: el primero con ADRAI (Asociación de ejecutivos de la RAI) y el segundo con la USIGRAI (Sindicato de Periodistas RAI) donde se presentaron las directrices del nuevo Plan de Empresa 2022-24. Salvo que el Plan Industrial que ahora se debate es el que surge como condicionante del Contrato anterior aún vigente (2018-2022).

La pregunta es, entonces, ¿cómo pactar un nuevo Plan Industrial con un Contrato que aún no se ha concretado? El riesgo de desfase es fuerte: puede haber un Plan que no tenga en cuenta un nuevo Contrato que, ojalá, haya que firmar el próximo año. De hecho, hasta donde podemos informar, las directrices del nuevo Plan se orientan principalmente a acotar su radio de acción dentro de los límites de los recursos disponibles que serán, según leemos en la exclusiva documentación que obra en nuestro poder: ". .. un elemento decisivo en la definición del futuro de la industria 2020-2024" y el Plan "... estará condicionado de manera decisiva por la posibilidad de acceder a recursos financieros consistentes, recursos humanos con competencias actualizadas y adecuados herramientas regulatorias".

Con este planteamiento volvemos al punto de partida: con que “misióny con cuales recursos económicos (y quizás también normativa, que veremos más adelante) ¿se puede soportar un nuevo Plan Industrial que aún no se sabe qué (onerosas) obligaciones tendrá que cumplir con el nuevo Contrato?

La reorganización por géneros

Pasamos ahora a la tercera "mesa": la fundamentación de aquella parte del Plan anterior elaborado y aprobado por el consejo de administración de Foa/Salini. De todo ese proyecto, articulado y complejo además de considerablemente exigente, se ha extrapolado una parte: la llamada “reorganización por géneros” con la que se pretendía actualizar y superar el modelo estructurado por redes y títulos. Con la llegada de Carlo Fuortes se retomó este camino y ahora está en fase de implementación: se aprobaron 10 nuevos directorios divididos por género y se nombraron los directores correspondientes:

  • Entretenimiento en horario de máxima audiencia, Stefano Coletta
  • Animación diurna Antonio Di Bella
  • Cultura y educación Silvia Calandrelli
  • Ficción Maria Pia Admirate a ti mismo
  • Deportes Alessandra De Stefano
  • Cine Francesco Di Pace
  • Profundizando Mario Orfeo
  • Niños Luca Milán
  • Contenido RaiPlay. Elena Capparelli
  • DocumentalesFabrizio Zappi

El caso Report y la nueva Sala de Prensa

En esta nueva estructura organizativa, por lo que hemos podido comprobar, los problemas apenas comienzan y, como era de esperar, están impactando en uno de los frentes más delicados del rol de Rai: la información.

En los últimos días, el Reporte de un caso cuando se dio a conocer la intención de Mario Orfeo, director del género de las noticias de fondo más allá de Tg y Gr, de revisar los espacios informativos de Rai Tre con todas las polémicas relacionadas. Hay que tener en cuenta que, todavía hablando de Planes, el anterior contenía el “Plan Informativo Rai 2019-21, Anexo 4” que luego quedó en letra muerta a pesar de contener importantes reflexiones sobre la cantidad/calidad de las noticias difundidas por el Público. Servicio y contemplando su innovación más significativa: la creación de un NoticiasRoom el único capaz de gestionar de forma orgánica y coordinada a los más de 1.700 periodistas de Rai repartidos en 8 cabeceras entre televisión, radio y web con un coste (2018) de más de 320 millones de euros excluyendo Rai Sport y Gr (fuente PI Rai , marzo de 2019). Ahora, las nuevas gerencias tendrán que competir entre sí para ganar espacios, habilidades y responsabilidades, así como los presupuestos de asignación relacionados y, hasta donde sea posible imaginar, puede que no sea una transición rápida y sin dolor.

La reforma de Rai

Finalmente, la cuarta mesa está dispuesta de manera mucho más compleja y con tiempos difíciles de predecir, se refiere a la reforma de la Rai a partir de su sistema de gobierno. Actualmente, ocho propuestas se encuentran en discusión en el Senado, todas encaminadas a superar la muy discutida Ley 220 de 2015 que ratificó la dependencia casi total del mecanismo de nombramiento de la alta dirección de la empresa bajo el control del gobierno. Las distintas iniciativas parlamentarias se centran en superar este vulnus normativo para avanzar hacia la definición de un organismo tercero (una Fundación) capaz de garantizar la independencia y autonomía frente a la “política”. El estado actual de los trabajos gira en torno a la búsqueda de una posible convergencia entre los diversos textos depositados con el fin de llegar a una propuesta capaz de obtener el más amplio consenso posible. Pero, como es sabido, el trasfondo de este debate está todo puesto en este complicado final de temporada política donde ya se vislumbran las próximas. consultas electorales a principios de 2023. Quizás, como nos dicen nuestras fuentes, queda poco tiempo para esperar un resultado apreciable y es muy probable que el nuevo Parlamento se ocupe de esta “mesa”.

La conclusión de este resumen de las cuatro mesas de trabajo no puede agotarse sin tener debidamente en cuenta lo que podría ocurrir si se prosigue con la adopción de la directiva de la UE sobre competencia en la que se espera que las empresas responsables del suministro de electricidad ya no tengan que cobrar tasas o honorarios no derivados de su actividad específica. La fecha está fijada: para el cuarto trimestre de 2022, como afirmó recientemente un portavoz de la Comisión. esto significa que volver al pago directo de la tasa, a través del clásico boletín postal. Podemos ver un retorno masivo a la evasión de tarifas, estimado en decenas de millones de euros. Las cuatro mesas tienen un elemento en común: la "pata de recursos de la tarifa" y si esta se tambalea, las demás también pueden verse afectadas. Si luego a todo esto le sumamos lo que se está implementando a raíz de la aprobación del DL 208 de noviembre pasado que implementó las nuevas indicaciones sobre el TUSMAR (Texto Refundido de Radio y Televisión) donde se han establecido nuevos límites de aglomeración publicitaria, ciertamente no a favor de Rai, el panorama parece completo para hacer de 2022 un año de especial interés para el futuro del Servicio Público.

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