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Quirinale, ¿saltar a Marini o saltarse el pacto Bersani-Berlusconi?

Ante el fracaso de despegue de la candidatura de Marini, el Pd se encuentra ante 3 alternativas: 1) dejar en la cancha al expresidente del Senado al menos hasta la cuarta votación en el marco del pacto Pd-Pdl-Sc ; 2) cambiar de caballo inmediatamente enviando a D'Alema al campo pero confirmando los amplios acuerdos; 3) romper con la dirección de Berlusconi sobre Prodi a riesgo de elecciones

Quirinale, ¿saltar a Marini o saltarse el pacto Bersani-Berlusconi?

¿Saltar a Marini o saltarse el pacto Pd-Pdl, con todo lo que ello conlleva sobre la formación del futuro gobierno y sobre la vuelta o eliminación del espectro electoral? El anunciado fracaso del segundo intento de Franco Marini -candidato conjunto de Pd, Pdl y Elección Cívica- de conquistar el Quirinale abre interrogantes políticos muy desafiantes no sólo sobre el futuro de las elecciones para el nuevo Jefe de Estado sino sobre el curso de las propia legislatura.

Hay esencialmente tres caminos que enfrenta el secretario del Partido Demócrata, Pierluigi Bersani, quien presentó la candidatura de Marini con el consentimiento de Berlusconi y Monti:

1) insistir en el candidato inicial esperando que a partir de la cuarta votación (es decir, a partir de mañana por la tarde) - cuando el quórum baje a 504 votos (mayoría simple del 51% en lugar de 2/3) - Marini pueda reunir el consenso necesario escalar el Colle en el marco de la política de amplios acuerdos Pd-Pdl.Sc, pero ésta parece, por el momento, la hipótesis más improbable;

2) cambiar de bando en la tercera o a lo sumo cuarta votación pero mantener el pacto Pd-Pdl-Sc y avanzar hacia un candidato que tenga más atractivo que Marini y sepa ganarse el apoyo de todo el Pd y quizás de Sel además de los de centro-derecha: desde este punto de vista la hipótesis de una candidatura de Massimo D'Alema avanza a pasos agigantados;

3) cambiar tanto el caballo como la política de amplios acuerdos y elegir un candidato que pueda ser electo sin los votos de Berlusconi pero con los de Grillo y Vendola además del Pd: en este caso la candidatura natural es la del ex fundador de Ulivo y ex primer ministro Romano Prodi.

Por supuesto, los tres caminos son alternativos entre sí y no son fácilmente intercambiables. En los dos primeros casos, se confirmaría la política de amplios acuerdos y la elección de un nuevo Presidente de la República que sea el resultado de las votaciones del Pd, Pdl y Elección Cívica allanaría el camino para un gobierno de propósito directo o apoyado indirectamente por el centro-izquierda (sin Sel) y desde el centro-derecha.

El escenario político sería completamente diferente en el caso de que Bersani decida archivar el pacto con Berlusconi y reabrir las puertas a Grillo nominando como candidato a Romano Prodi. En este caso Bersani tendría mucha suerte ganando la batalla del Quirinale pero difícilmente podría formar gobierno después y la vuelta a las elecciones políticas avanzaría a pasos agigantados con enormes riesgos para el Partido Demócrata y sobre todo para el propio Bersani. La reacción de Berlusconi sería furiosa pero sobre todo sería difícil explicar a los votantes por qué se descargó el PDL y la perspectiva de instaurar un gobierno estable con el centro-derecha, a pesar de que los francotiradores y las divisiones en la batalla por la Quirinale están todos dentro del Pd.

Vienen tiempos difíciles para Bersani y el Partido Demócrata. Veremos si la noche trae algún consejo.

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