En tiempos de crisis y revisiones de gastos, Italia se entrega a las compras militares. Tras los ya famosos cazabombarderos F-35 (90 ejemplares por valor de 15 millones de euros en total), las últimas adquisiciones de Defensa son dos submarinos U-212, que en conjunto costarán al Estado casi mil millones de euros. Dinero destinado en una disposición confirmada por la reciente Ley de Estabilidad, última medida del Gobierno de Monti antes de su dimisión, puesta en marcha el mes pasado por Pd, Pdl y Tercer Polo.
Los dos recién llegados se sumarán a otras dos unidades que ya han entrado en servicio (con base en Taranto), lo que eleva la factura final de los "barcos" a dos mil millones. La noticia la dio a conocer esta mañana "Il Fatto Quotidiano", que investigó el caso planteado el lunes por la noche por el exministro Giulio Tremonti durante el programa "Piazzapulita" (La7).
La luz verde para la construcción de estos dos nuevos submarinos, fruto de una colaboración ítalo-alemana, llegó en 2009. Hasta hace seis meses, el primero se había construido por menos de la mitad, mientras que el segundo aún no se había puesto en marcha (y el plazo de entrega está previsto para 2017). Desde Defensa argumentan que cualquier cambio de ruta no sería adecuado, ya que los contratos ya están firmados.
