“Si no se levantan las sanciones contra Rusia, las empresas italianas perderán contratos por valor de mil millones de euros. Podríamos encontrar otros socios, pero sería una pena renunciar a la colaboración con Italia”. El mensaje viene claramente del presidente ruso. Vladimir Putin, al margen de su visita a la Expo 2015 de Milán: la política de sanciones no sirve para nadie, especialmente para un país como el nuestro que hasta ahora ha mantenido excelentes relaciones con Moscú.
“Estamos llevando a cabo muchos proyectos en los campos tecnológico y militar – remarcó también Putin -. Las sanciones deben ser eliminadas o modificadas para apoyar a las empresas que quieran colaborar con nosotros”. El primer ministro italiano Matteo Renzi en cambio, señaló que en Europa hay opiniones divergentes sobre el tema entre los 28 países miembros, pero que el objetivo común es llegar a una solución compartida que prevea una normalización de las relaciones entre la UE y la Federación Rusa. Y la solución, en la que coincidieron ambos mandatarios, es la aplicación integral de los acuerdos de paz de Minsk que debían cerrar la crisis ucraniana, que sigue abierta.
