“La entrada de Italia en el euro fue un error”. Ronald Dore, un economista británico de noventa años que vive en la provincia de Bolonia y que recientemente participó en el encuentro de Nomisma “¿Cómo despertar a Italia del coma?”, un diálogo entre Romano Prodi y Bill Emmott, está convencido de este.
Dore fue presentado a la audiencia por Prodi con todos los honores que un economista joven puede otorgar a su colega más experto y mayor, pero fue precisamente de su amigo de quien vino el empuje salvaje.
“Estimado Prodi – dijo Dore – su primer gobierno trabajó muy eficazmente hacia el objetivo de lograr que Italia entrara en el euro y yo, en ese momento, estuve de acuerdo con usted. Pero hoy estoy convencido de que fue un error. Es un error que todavía se puede corregir, pero tenemos que retirarnos”.
Para Dore, de hecho, las exportaciones no son suficientes para apoyar la recuperación económica de Italia: también es necesario reactivar la demanda interna, que sin embargo “seguirá estancada si los salarios no aumentan y si continuamos por el camino de las políticas restrictivas. En tiempos de emergencia solo hay un camino a seguir: romper las reglas de las finanzas públicas. En lugar de reducir el déficit, Italia debería aumentarlo, en lugar de emitir bonos del Tesoro, debería imprimir dinero para reactivar la inflación y las inversiones”.
El ex primer ministro tomó muy en serio las objeciones de su amigo, pero respondió: “Salir del euro significaría sobrevivir solo produciendo jeans de segunda clase a bajo costo. Este no es el futuro que deseo para nosotros”.
Probablemente, Dore se inspira en gran medida en el modelo japonés, del que es un experto. Su calificación, más precisamente, es la de sociólogo especializado en economía japonesa y en el estudio comparativo de los tipos de capitalismo. Es asociado del Centro para el Desempeño Económico de la London School of Economics, miembro de la Academia Británica, la Academia Japonesa y la Academia Estadounidense de las Artes y las Ciencias.
