Tantos italianos nunca se han visto en los banquillos del campeonato de fútbol más bello y rico del mundo, la Premier League que comienza hoy y ya promete chispas. Antonio Conte ha llegado a Inglaterra, recién llegado de su emocionante actuación en el Campeonato de Europa al frente de la selección italiana: su Chelsea hará su debut el lunes por la noche contra el West Ham.
Pero ya hoy le toca al triunfante Claudio Ranieri dar la cara con su sorprendente Leicester, scudetto cosido en las camisetas, y debutar ante el destartalado Hull (equipo sin entrenador y con jugadores inciertos) en una temporada que promete sorpresas aunque Ranieri, con su sabiduría habitual, ya ha adelantado las manos diciendo que es más fácil aterrizar ET en tierra batida que volver a ganar el campeonato: "Que todos los grandes se equivoquen todos juntos pasa una vez en la vida".
Además de los célebres Conte y Ranieri en los banquillos ingleses también estarán el debutante Mazzarri en Watford y Guidolin en Swansee, sin olvidar a Zenga y Di Matteo en la segunda serie. Antes los entrenadores luchaban por hablar italiano correctamente, ahora se han internacionalizado y hablan, cada uno a su manera, incluso inglés.
Pero en la Premier Legue las chispas vendrán sobre todo de Manchester donde se enfrentarán dos entrenadores multidecorados que también traen consigo un poco de sus experiencias italianas como Mourinho y Guardiola.
Mourinho hizo que su Manchester United gastara mucho dinero en la compra de Pogba (105 millones de euros, el traspaso más caro de la historia del fútbol para regocijo de la Juve y del super-agente Raiola) e Ibrahimovic. Mou inmediatamente declaró que quiere ganar el Scudetto pero tendrá que lidiar con Pep Guardiola, el inventor del tiki-taka en su Barcelona inolvidable, que peleará por el éxito con su Manchester City hasta el final, aunque no pudo dar el golpe de Estado para arrebatarle a Bonucci a la Juve.
Que empiece el espectáculo.
