El promedio de los precios inmobiliarios en todo el mundo es volvió a niveles similares a los niveles previos a la crisis. Sin embargo, a diferencia de la pasada fase de subida de los precios inmobiliarios, la actual no está sincronizada entre los distintos países, ni es homogénea dentro de ellos; por el contrario, muchas veces es el resultado de aumentos sustanciales solo en algunas ciudades y, en la mayoría de los casos, es el resultado de deficiencias en el lado de la oferta.
En los países de la eurozona, los precios de la vivienda vienen aumentando desde mediados de 2014 a un ritmo que se ha ido haciendo más sostenido. En el segundo trimestre de 2017 el incremento de 4,1% a/a se debe a una crecimiento de los precios especialmente en Portugal, los Países Bajos, España y Alemania. La tendencia del mercado en estos dos últimos países muestra rasgos interesantes. Hoy en Alemania los precios son aproximadamente un 31% superiores a los registrados a principios de 2008, mientras que en España son aproximadamente un 26% inferiores. Los dos mercados están impulsados por dinámicas completamente diferentes.
Entre los principales países de la zona del euro, Italia es el único que aún no registra aumentos significativos en los precios, que llevan seis trimestres mostrando variaciones en torno a cero. Por el lado de las transacciones, desde 2014 el mercado ha seguido mostrando signos de dinamismo, aunque a un ritmo más lento en la primera parte de 2017 que en 2016. En el segundo trimestre de este año las ventas de propiedades residenciales crecieron un 3,8% a/a. El sector de la construcción aún no se ha beneficiado del intento de recuperación que está experimentando el sector inmobiliario.
Según datos de Istat relativos al segundo trimestre de este año, las inversiones en construcción en Italia son un 36% inferiores a las de mediados de 2008, mientras que las del segmento de la vivienda son un 29,5%. Fuera de Europa la atención permanece siempre alta hacia los mercados inmobiliarios de China y los Estados Unidos. Hoy, el país asiático tiene uno de los porcentajes más altos de familias propietarias de vivienda; En cambio, en Estados Unidos una de las consecuencias más importantes de la crisis ha sido la caída del porcentaje de propietarios de viviendas, que ha afectado principalmente a jóvenes y minorías.