Como se esperaba, Marcelo Rebelo de Sousa fue reelegido presidente de Portugal en el marco de las elecciones presidenciales del domingo 24 de enero. La candidata de centroderecha obtuvo el 60,7% de los votos frente al 12,97% obtenido por Ana Gomes, candidata del partido socialista. Tercero fue el líder del partido de extrema derecha. Chenga, André Ventura, con el 11,9% de los votos, un verdadero récord que sorprendió a muchos comentaristas. Hasta hace unos años, Portugal era uno de los pocos estados que quedaban en Europa que no experimentó el crecimiento de los partidos extremistas.
Gracias a la pandemia del Covid-19, la participación fue inferior al 40% (39,5% para ser precisos), significativamente menor que en las últimas elecciones. Según datos proporcionados por la Universidad Johns Hopkins, Portugal tiene las tasas más altas del mundo de nuevas infecciones y muertes diarias por cada 100.000 habitantes, y su sistema de salud pública se encuentra actualmente en un grave dolor.
Volviendo a la política, Portugal confirma así la configuración que lo ha caracterizado en los últimos años, con el partido socialdemócrata de centro-derecha en la presidencia y el partido socialista -encabezado por el primer ministro Antonio Costa – al Gobierno.
Rebelo de Sousa, de 72 años, es un exprofesor de derecho y comentarista político televisivo, elegido Presidente de la República por primera vez en 2016. En las últimas semanas, ha enfrentado fuertes críticas de sus opositores políticos (así como del primer ministro Costa) por su manejo de la pandemia. El propio presidente admitió que el país ha fallado en el manejo de la emergencia y avaló la posibilidad de que el actual confinamiento se extienda hasta marzo.
