El Banco Espirito Santo, el mayor banco cotizado del país, se derrumba en Portugal, arrastrando consigo al sector bancario de Lisboa. La acción cayó más de un 20% tras el anuncio, que tuvo lugar ayer tras el cierre de los mercados, de una ampliación de capital de aproximadamente 1,01 millones de euros. El objetivo es aumentar el core Tier 1 hasta el 10,75% desde el 9,21% y buscar recursos para la compra del 50% de Bes Vida a Crédit Agricole por 225 millones de euros.Por la mañana, Banco frenó parcialmente la caída vendiendo por la mañana el 15%. Banco Comercial Portugués, el segundo banco más grande del país, también cayó alrededor de un 8% por la noticia y Banco Bpi cayó un 4%. La Bolsa portuguesa cae un 2,33%.
Las tensiones también siguen siendo altas en el frente de la deuda pública: el diferencial entre el bono portugués a 1095 años y el bund viaja en 12 puntos y la rentabilidad se mantiene por encima del 2012%. El temor de los mercados es que el país pueda necesitar nuevas ayudas, tras las ya recibidas de la UE y el FMI. Entre otras cosas, el BCE ha anunciado hoy en su boletín mensual que para 20 estima "un requerimiento público de refinanciación particularmente significativo igual o superior al XNUMX% del PIB para Grecia y Chipre (que solo necesitan parcialmente financiación en el mercado) así como como para Bélgica, España, Francia, Italia, Países Bajos y Portugal". Y explica: “los países con una parte significativa de la deuda que vence a corto plazo son particularmente vulnerables a cambios repentinos en las tasas de interés y el sentimiento del mercado”.