La Guardia di Finanza registró esta mañana la sede Banca Popolare de Vicenza, por orden del Ministerio Público que investiga la quiebra del banco Veneto: en particular, el objeto de la operación es la adquisición de toda la documentación relativa a los préstamos concedidos entre 2012 y 2014.
La disposición precisa que "el Banco está siendo investigado por responsabilidad administrativa por delitos cometidos por sus ejecutivos porque, respecto de los delitos imputados, mostró un modelo de organización y control inadecuado o incluso no implementado". La referencia es a los directivos de la antigua gestión que acabaron en el registro de sospechosos: el presidente giovanni zonin, los directores Giuseppe Zigliotto y Giovanna Maria Dossena, el gerente general Samuele Sorato, los dos adjuntos Emanuele Giustini y Andrea Piazzetta.
Las investigaciones encomendadas a los especialistas de la Unidad Monetaria ya han permitido reconstruir el flujo de préstamos, centrándose en aquellos que son particularmente onerosos. Así surgieron los fondos otorgados al Grupo que encabeza el empresario alfio martini, candidato a la alcaldía de Roma en las dos últimas vueltas electorales, al grupo Fusillo y al grupo Degennaro. En concreto, Marchini, como también muestran las inspecciones realizadas por el BCE, obtuvo un total de 2014 millones de euros a finales de 76,2; los hermanos Emanuele, Giovanni y Vito Fusillo recibieron 10,3 millones de euros; en cambio, los Degennaros se financiaron con 27,75 millones de euros.