El sistema de acuerdo para reunir 1,2 millones de euros de capital privado para desbloquear la entrada del Tesoro en la ampliación de capital de Banca Popolare di Vicenza y Veneto Banca y finalmente asegurar los bancos de Veneto aún no está allí, pero desde ayer la esperanza de encontrar una solución en el corto plazo que evita el default de las dos instituciones ha crecido claramente y de ello también ha tomado nota la Bolsa, que ha vuelto a sonreír.
Dos señales importantes, que llegaron por la mañana, han devuelto algo de serenidad al noreste, aunque el camino sigue cuesta arriba y las próximas horas serán cruciales. La primera señal vino del ministro de Economía, Pier Carlo Padoan, quien, poco antes de hablar en la reunión de Assonime donde declaró que no está en su naturaleza "ganarle la pelota" en Bruselas, sí emitió un comunicado de prensa oficial para subrayar que "La solución (para los dos bancos del Véneto) ya está cerca y no incluirá ningún tipo de recapitalización interna y, en cualquier caso, los bonos senior y los depósitos estarán garantizados".
Alguien pensó que el mensaje de Padoan tenía como objetivo evitar nuevas corridas bancarias y tranquilizar el clima del Popolare di Vicenza que estaba a punto de reunir a la junta directiva y donde se habían difundido rumores, luego afortunadamente calmados, de renuncias en bloque de la alta dirección.
Pero luego, confirmando la del ministro de Economía, llegó una segunda señal directamente de la Comisión Europea, que, a través de su vocero oficial, reiteró que “siempre están en marcha contactos constructivos para encontrar una solución acorde con las reglas de la UE, sin la fianza”. de los bonistas senior" y que, además, "en lo que se refiere a los depositantes, estarán en todo caso plenamente garantizados".
La Bolsa de Valores captó inmediatamente la noticia, las acciones bancarias comenzaron a subir y el precio de los bonos senior de los bancos del Véneto también recuperó terreno y aumentó alrededor del 10%. El clima ha cambiado en torno a Popolare di Vicenza y Veneto Banca, pero los problemas aún deben resolverse y son principalmente dos: la devolución o no de los bonos de Veneto Banca que vencen el 21 de junio y la recapitalización con dinero privado.
Hoy el consejo de administración de Veneto Banca tiene que decidir si reembolsa o no el bono que vence y que tiene un valor de unos 150 millones de euros: si lo hace, corre el riesgo de poner en riesgo la continuidad del negocio del banco porque la liquidez se reduce a un parpadeo, pero si no lo hace, debe esperar una lluvia de demandas, con riesgos civiles y penales para sus administradores que, por tanto, esperan instrucciones de la UE sobre qué hacer.
El segundo tema sobre la mesa sigue siendo el de la recapitalización de los dos bancos por más de 6 millones de euros, por lo que -antes de que se desencadene la intervención de 5 millones de Hacienda- Bruselas exige a los particulares que hagan su parte aportando 1,25 millones. Por ahora, Intesa Sanpaolo y Unicredit han dicho que están dispuestos a contribuir al aumento, pero solo si otros hacen lo mismo. Pero muchos bancos se nicho, aunque los mayores signos de apertura han venido de Banca Mediolanum, Unipol y Poste Italiane. ¿Será suficiente? Lo sabremos en las próximas horas, pero en el noreste hay esperanza nuevamente.