Puente sobre el Estrecho de Messina: ¿la hipótesis vuelve a tomar forma después de que el gobierno Monti suspendiera su construcción? Escuchemos al Ministro de Transporte, Maurizio Lupi: "La idea de un puente sobre el Estrecho de Messina no puede, a nivel estratégico y de transporte, considerarse archivada". Palabras que se acercan a las polémicas suscitadas sobre el "descubrimiento", en los meandros de la Def, de un fondo de más de mil millones para la obra, dinero justificado por el ministerio como sumas ingresadas en el rubro revocaciones y reusos, "no la asignación de recursos a una obra, sino la indicación histórica de recursos revocados y no utilizados o aprovechables”.
El Ministro Lupi deja por escrito sus valoraciones en la respuesta a una pregunta presentada a la Cámara. Mientras tanto -dice- la construcción del puente "tendría el efecto de aumentar la cohesión económica, de estabilizar la accesibilidad interna de los territorios del Sur, un empujón para crear ese eslabón perdido de la alta velocidad y la practicabilidad frecuente de las conexiones internas a territorios de Sicilia y Calabria".
En definitiva, insiste la ministra, “la construcción del puente sobre el estrecho ofrece una respuesta porque se identifica, sin demasiadas ideologías, como una invariante infraestructural para el desarrollo duradero del Sur, una oportunidad única para la emergencia del subdesarrollo urbano en el sur". Es más: Lupi no deja de subrayar el "valor estratégico en la proyección del continente europeo y de Italia hacia toda la cuenca mediterránea", y advierte porque "en el área mediterránea están sobre el terreno hipótesis muy ambiciosas que amenazan con marginar por completo no sólo el Sur, sino toda Italia”.
Así que aquí están las razones por las que "la idea del puente sobre el estrecho no puede considerarse archivada". Y en cuanto al proyecto técnico, “podría revisarse -insiste Lupi- para superar la falta de sostenibilidad financiera que ha ayudado a fortalecer las posiciones ideológicamente opuestas”. Por supuesto, el ministro no oculta que hay leyes aprobadas por el Parlamento que han llevado a la liquidación de la empresa Stretto di Messina.
Y estas leyes deben ser seguidas. Pero Lupi puntualiza: “Para innovar en este sentido falta aún un componente esencial para que una obra como esta entre de lleno en la agenda de gobierno: el compartir convencido y generalizado en todos los niveles institucionales. Este componente aparece tanto más necesario en una etapa tan delicada de la vida del país y tan condicionada por las emergencias de las finanzas públicas”.
