En 2020, el apoyo estatal amortiguó el impacto del Covid-19, reduciendo el número de pymes frágiles en más de 8.000 casos en Alemania, Francia y el Reino Unido. Sin embargo, Euler Hermes estima que, en los tres países mostrados, respectivamente El 7%, 13% y 15% de las pymes estarán en riesgo de insolvencia en los próximos cuatro años. Tres indicadores principales que pueden ayudar a detectar problemas comerciales antes de una quiebra son: rentabilidad, capitalización y cobertura de intereses. Aplicando estos criterios a cerca de 525.000 pymes, los analistas constataron que el apoyo estatal no solo ha amortiguado el golpe del Covid-19 sino que lo ha sobrecompensado, con subvenciones directas (incluidos los regímenes de paro parcial) y diferidas que cubren íntegramente las pérdidas de valor añadido de las empresas no financieras a partir de 2020.
Sin el apoyo del gobierno, la proporción de pymes frágiles habría sido mucho mayor en Francia y el Reino Unido, con un 17 % y un 26 % respectivamente, donde los márgenes habrían perdido más de -5 pp. La automoción, el transporte, los servicios públicos, el comercio minorista, la construcción y la energía son los sectores más expuestos. Al observar los PMI a nivel sectorial, vemos muchas discrepancias dentro de los países y sectores. Al observar los tres indicadores en Alemania, los proveedores de automóviles, la electrónica y la maquinaria tuvieron métricas más débiles en 2020 que en 2019. Los proveedores de automóviles también vieron deteriorarse dos de los tres indicadores en Francia y el Reino Unido, mientras que los productores demostraron ser más resistentes.
Los tres principales sectores que representan la mayor proporción de pymes frágiles en Alemania son los proveedores de automóviles, los equipos y los servicios de transporte. La electrónica y el papel también son sectores en los que la proporción de pymes frágiles es superior a la media del país. En Francia, los proveedores de automoción, transporte y energía encabezan la lista, principalmente debido al deterioro de la rentabilidad y la capitalización. Sin embargo, los sectores agroalimentario y de servicios representan una proporción mayor de pymes frágiles que el promedio del país. En el Reino Unido, el problema afecta principalmente a los proveedores de energía, automoción, construcción y comercio minorista.
Con el fin de las ayudas públicas aumentarán los plazos de pago de las pymes y los días de venta pendientes. Desde mediados de 2020, se ha observado una tendencia de acumulación de efectivo empresarial. En algunos países, la liquidez aumentó más para las grandes empresas que para las pymes (Alemania), mientras que para otros, la acumulación de liquidez fue mayor para las pymes (Reino Unido, Italia, España). Para Francia, la distribución fue relativamente uniforme entre las grandes empresas y las pymes.
Además, si bien las pymes están más endeudadas tras la crisis del Covid-19, el apoyo público ha ayudado a mejorar las tasas de cobertura de interés. En 2020, la deuda corporativa no financiera total aumentó más en Francia (+14,3 % del PIB) que en Alemania (+5 %) y el Reino Unido (+6,3 %). Al mismo tiempo, el patrimonio se mantuvo estable. Para las PYMES, en particular, es interesante observar los índices de deuda a capital para comprender la vulnerabilidad después de la crisis. Los analistas descubrieron que la relación deuda-capital de las pymes aumentó mucho más en Francia que en el Reino Unido, mientras que en Alemania la relación mediana varió ligeramente de 1,22 a 1,23.
A pesar de la deuda adicional, Las pymes han podido reforzar sus ratios de cobertura de intereses. Por un lado, las bajas tasas de interés de los nuevos préstamos han jugado un papel importante. En Francia, por ejemplo, el tipo de interés de los nuevos préstamos de hasta 1 millón de euros, proxy de la financiación de las pymes, ha caído -40 puntos básicos desde el inicio de la crisis desde el nivel ya más bajo dentro de la zona euro (1,3% el último Julio). Esto se compara con -10bps en Alemania en 1,9%. Además, la resiliencia de la rentabilidad juega un papel importante. En materia de subvenciones directas (incluidos los regímenes de desempleo parcial) e impuestos diferidos el apoyo estatal cubrió totalmente las pérdidas de valor añadido de las sociedades no financieras a partir de 2020